El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, celebró la reconquista por parte de tropas de Bagdad de las ruinas de la mezquita Al Nuri, el edificio en el corazón de la ciudad norteña de Mosul en el que el jefe del Estado Islámico (EI) se declaró califa hace exactamente tres años.

Pese a que el EI aún controla una pequeña porción del casco histórico de Mosul y otras localidades y zonas rurales de Irak, y otras tantas de la vecina Siria, Abadi se animó a pronosticar una rápida victoria sobre la milicia extremista.

«No nos detendrán, seguiremos combatiendo el Estado Islámico hasta que el último de ellos sea asesinado o llevado ante la justicia», prometió el premier iraquí, citado por la agencia de noticias Ansa.

Horas antes, el comandante de las Operaciones Conjuntas del Ejército y la Policía que avanzan sobre Mosul, el general Abdelamir Yarallah, anunció al país que sus hombres habían recuperado la zona donde se encuentras las ruinas de la mezquita de Al Nuri, dinamitada hace una semana por el EI cuando las fuerzas de seguridad lo tenían cercado.

El edificio quedó prácticamente destruido y, según imágenes mostradas por el Ejército iraquí, del minarete solo se conservó su base.

Los extremistas están cada vez más acorralados por las fuerzas iraquíes en el casco antiguo de Mosul, el que fue su principal feudo en Irak.

Las fuerzas conjuntas -integradas por el Ejército y cuerpos policiales- y apoyadas por la aviación estadounidense, aseguraron ayer que controlan el 50% del casco antiguo y que sólo queda en manos de los yihadistas un cuadrante de 850 metros de ancho por 1.700 metros de largo en la ciudad vieja.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió hoy que miles de niños están atrapados en los combates en esa pequeña porción del casco histórico de Mosul, una cifra que está incluida en los 100.000 civiles que fueron estimados en las últimas semanas por la ONU.

«Los niños hacen frente a múltiples amenazas contra su vida. Los que están bloqueados por los combates se refugian en los sótanos, con miedo al próximo ataque. Aquellos que huyen se arriesgan a que les disparen o les hieran», alertó Unicef en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.

La toma de las ruinas de la mezquita hoy se produjo exactamente tres años después del 29 de junio de 2014, día en el que, desde el almimbar de Al Nuri, Abu Bakr al Baghdadi se proclamó califa sobre los territorios que el EI había conquistado en los meses anteriores en Siria e Irak.

Desde entonces, el Ejército iraquí y sus aliados internacionales -principalmente Estados Unidos e Irán- intentan recuperar la segunda ciudad más importante del territorio nacional. Recién en enero pasado las tropas declararon «liberada» la mitad oriental de Mosul, después de tres meses de ofensiva, e iniciaron un avance continuo hasta el día de hoy.