El déficit presupuestario del Gobierno estadounidense cerró el último trimestre de 2022 con un incremento del 12 % comparando con el mismo periodo del año anterior, según anunció este viernes el Departamento del Tesoro.

El saldo negativo en las cuentas llegó a los 421.000 millones de dólares entre octubre y diciembre pasado.

Los pagos de intereses de la deuda pública aumentaron en 57.000 millones de dólares (37 %) en un año, llegando a 210.000 millones de dólares, según la agencia Bloomberg.

El aumento de los intereses es una de las consecuencias del incremento de las tasas de la Reserva Federal (FED).

Con el objetivo de frenar una inflación récord en más de cuatro décadas, la entidad monetaria dispuso siete aumentos de tasas en 2022 que las llevaron de un rango de 0 %-0,25 % en marzo, a uno de 4,25 %-4,50 % en diciembre pasado.

Otro de los componentes que llevó al aumento del déficit fueron los gastos de seguridad social que tuvieron que ser ajustados por la aceleración de la inflación: para el primer trimestre del año fiscal de 2023 (el cual comenzó en octubre del año pasado), los gastos totalizaron 328.000 millones de dólares, un 7 % más que hace un año.

Quedará por verse si la administración de Joe Biden logrará una nueva reducción en el déficit anual, algo que será desafiante tras este primer traspié: el del año fiscal 2022 cerró en 1,38 billones de dólares frente a los 2,78 billones del periodo de 2021, impulsado por la reducción de los gastos vinculados con los programas de emergencia por la pandemia de Coronavirus, el incremento de los ingresos fiscales y la reapertura de la economía.

Uno de los mayores problemas es el peso cada vez más creciente de la deuda, que llegó por primera vez en 2022 a los 31 billones de dólares y las perspectivas son difíciles si se tiene en cuenta el incremento de los intereses.

El aumento del déficit podría traer consecuencias políticas en el Congreso con los republicanos –ahora en control de la Casa de Representantes- determinados a recortar los gastos.

Uno de los enfrentamientos que se avecinan será respecto del límite de deuda federal que la Casa Blanca está autorizada a tomar.

Por años el límite de deuda fue un tema de discusión en la política estadounidense, llevando al país en reiteradas oportunidades al borde del default por los “impasses” que genera entre ambos partidos.

Según las estimaciones, el actual límite de deuda se superaría para julio próximo y los republicanos solamente autorizarían un nuevo tope de la mano de recortes en el gasto corriente.