El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, se puso en cuarentena como medida de precaución tras haber estado en contacto con una persona que tendría coronavirus en un momento en el que el país está registrando un repunte en el número de contagios que obligaron a reimponer restricciones.

Según informa el diario Jerusalem Post, Gantz, que sucederá al primer ministro Benjamin Netanyahu en el cargo en mitad de mandato en virtud del acuerdo de coalición, permanecerá en aislamiento a la espera de conocer los resultados del test epidemiológico al que se sometió, pero seguirá trabajando durante la cuarentena.

Israel registró este miércoles un nuevo récord de contagios diarios, con 1.319 casos, la tercera vez en una semana en que el registro supera los 1.000 contagios en 24 horas.

En total, son ya 32.714 los casos confirmados y 343 los fallecidos.

Lo que más preocupa actualmente es el incremento en la cifra de casos activos y de quienes se encuentran ingresados en las unidades de cuidado intensivo.

Según el Ministerio de Salud, hay 107 pacientes en estado crítico, frente a los 83 que había a última hora del martes, mientras que son ya 36 los pacientes con respiración asistida, dos más que el día anterior.

Desde la medianoche del martes, los casos activos han pasado de 13.653 a 14.104.

El diario Yediot Ahronot informó que el Ministerio de Salud está considerando endurecer los criterios para la realización de los test en un intento de reducir la presión sobre el sistema sanitario, que está desbordado ante el incremento de las pruebas, con una media de 24.000 diarias frente a las 1.000 que se realizaban a finales de mayo.

Las autoridades estarían discutiendo la posibilidad de dejar de hacer test a personas asintomáticas así como limitar la capacidad de los médicos de familia de solicitar la realización de los análisis.

Otra de las medidas que se evalúan para aminorar la demanda de test es reducir las pruebas de seguimiento para quienes ya dieron positivo, pero en ese caso en lugar de recibir «luz verde» gracias a una prueba tendrían que guardar más semanas de cuarentena.

En tanto, el Ministerio de Transporte anunció este miércoles la limitación en el número de pasajeros en los autobuses públicos, informó la agencia Europa Press.

Así, los interurbanos solo podrán transportar a 30 pasajeros mientras que los urbanos podrán llevar a 32 y los articulados podrán trasladar a hasta 50 personas.

Además, el servicio quedará suspendido desde las 22 horas y los vehículos llevarán tanto el aire acondicionado puesto como las ventanillas abiertas.

Por otra parte, el asentamiento judío de Beitar Illit, en Cisjordania, inició este miércoles un confinamiento de una semana después de que esta comunidad haya registrado 179 contagios en una semana, con una tasa de positivos del 16 por ciento.

«La entrada y la salida de Betar Ilit estará restringida como también lo estarán el movimiento y los negocios dentro de la propia ciudad», precisa el comunicado publicado a última hora del martes por la oficina del primer ministro y el Ministerio de Salud, en relación al asentamiento que cuenta con unos 55.000 habitantes.