El presidente de Brasil, Michel Temer, sufrió su primer revés en el Congreso, al ser rechazado un proyecto de ajuste fiscal redactado por su poderoso ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, y aunque el mandatario negó que se tratara de una derrota, uno de los portavoces del aliado Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) dijo que el jefe de Estado puede dejar el cargo antes de que venza su mandato, el 1 de enero del 2018.

En lo que algunos comentaristas definieron hoy como una «sublevación» de una parte de los diputados oficialistas, porque fue abrumador el rechazo de la Cámara baja -296 votos en contra y 12 a favor- los diputados sólo aprobaron en la noche de ayer una mora en el pago de las deudas de los Estados con el Gobierno federal sin la contrapartida del ajuste que propuso Temer.

La votación de la Cámara de Diputados «dio la impresión de que el gobierno fue derrotado pero no fue así», afirmó Temer durante una visita al interior del estado de San Pablo.

De ese modo, el presidente rebatió la opinión de la mayoría de los analistas para los cuales su gobierno sufrió un traspié en el Congreso, según un reporte de la agencia ANSA.

De todos modos Temer dijo hoy que no vetará la ley que se aprobó el martes en Diputados, la cual ya tenía media sanción en el Senado, pero reiteró que sigue en pie su compromiso con el recorte de los gastos públicos a nivel federal y provincial.

Entre los estados más beneficiados por la moratoria sin ajuste se encuentran Río de Janeiro, Minas Gerais y Río Grande do Sul, que se declararon en «estado de calamidad financiera».

En Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, se registró ayer una batalla campal entre policías y miembros del sindicato policial que no aceptan un recorte del gasto público.

Los disturbios en Porto Alegre fueron tan violentos como los que se han registrado en las últimas semanas en Río de Janeiro, donde la Asamblea Legislativa cedió a la presión de los sindicatos y dejó de lado varias medidas para contener el gasto público.

Frente a las reacciones, varios gobernadores dudan en aplicar recortes muy severos en sus estados.

En ese marco, el senador Cassio Cunha Lima, uno de los líderes del PSDB, dijo que su aliado Temer puede dejar el cargo antes de finalizar su mandato.

Temer, que asumió provisoriamente en mayo y fue confirmado en agosto tras la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff, enfrentará «algunas dificultades» para concluir su mandato en diciembre de 2018, opinó Cunha Lima, citado por el portal Brasil 247.

El senador socialdemócrata Cunha Lima fue el portavoz del bloque del PSDB, agrupación que apoyó la condena de Rousseff en el juicio político, y dio su respaldo al ascenso de Temer.

Ante una eventual salida anticipada de Temer el legislador sugirió que asuma el gobierno la presidenta del Supremo Tribunal Federal, la jueza Carmen Lucia Antunes.
Antunes «es una mujer cuya honestidad nadie discute, es alguien que tiene experiencia, que podría cumplir bien en el período de transición» hasta las elecciones de 2018, señaló.

Otros aliados de Temer ya sugirieron que el mandatario renuncie al cargo, entre ellos el titular del bloque de senadores de la agrupación derechista Demócratas, Ronaldo Caiado, quien pidió elecciones directas.

Los partidos Demócratas y PSDB integran la coalición gobernante, liderada por Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

«El gobierno fue claramente derrotado ayer (martes), fue un resultado claramente negativo para el presidente Temer, y una victoria del populismo fiscal», afirmó hoy el comentarista económico Carlos Alberto Sardenberg del conglomerado de medios Globo.

«La Cámara de Diputados aprobó la ayuda a los Estados sin exigirles una contrapartida» en el recorte de gastos, escribió hoy el sitio del diario O Estado de S.Paulo.
Para la prensa brasileña éste fue el primer traspié serio de Temer, quien asumió el compromiso de combatir el déficit fiscal a través de un programa de saneamiento de las cuentas federales y estaduales.

A pesar de haber fracasado el martes en Diputados, Temer ha obtenido importantes victorias en el Parlamento, como la aprobación de la reforma constitucional que congela el gasto público federal durante 20 años.

Las noticias adversas del Congreso se unen a las del ámbito económico, que muestran un panorama de recesión aguda con problemas para recuperar la actividad.

El ministro de Hacienda reconoció, al hablar con la prensa en Brasilia, que no habrá crecimiento en el primer trimestre de 2017, pero se mostró optimista en que la recuperación llegue en la segunda mitad del año próximo.