El crucero portamisiles ruso Moskvá que sufrió daños la noche del miércoles, se hundió un día después mientras estaba siendo remolcado en medio de una borrasca, según informó el Ministerio ruso de Defensa.

«El crucero Moskvá estaba siendo remolcado a su puerto de destino debido a los daños que le había causado en el casco un incendio provocado por la detonación de municiones, cuando perdió estabilidad. El buque se hundió en medio de un mar tempestuoso», reza el informe.

Previamente, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que el crucero Moskvá había resultado seriamente dañado a causa de un incendio registrado a bordo la noche anterior, lo que provocó la detonación de una munición.

Desde el organismo señalaron que el armamento principal de misiles que estaba en el buque no resultó dañado.

La cartera de Defensa también informó que no había fuego ardiendo en la nave y que las detonaciones de munición terminaron, según publicó el sitio Actualidad RT.

La tripulación del buque fue evacuada a otras naves de la Flota del mar Negro que se encontraban en la zona, mientras que las causas del fuego están siendo investigadas.

El crucero Moskvá, cabeza de serie del proyecto 1164 Atlant, iba equipado con 16 lanzadores de misiles pesados Vulkán, desarrollados para destruir buques grandes y portaaviones, así como con sistemas de defensa antiaérea y antimisiles de gran alcance S-300F Fort (64 misiles en su arsenal), además de sistemas de corto alcance Osa-MA (48 misiles en el stock ).

Desde el bando de Ucrania, el sitio Ukrinform informó que el Ejército de ese país impactó en el crucero Moskvá con misiles Neptun, causando graves daños.

Ya a primera hora del jueves había quedado establecida la polémica acerca de si el buque se había hundido o solamente estaba fuera de servicio y era remolcado a puerto para su reparación.

La noticia acaparó las portadas en todo el mundo ya que es uno de los hechos salientes de la guerra en Ucrania y Estados Unidos – en su carácter de país observador de los acontecimientos- informó que no había podido confirmar las afirmaciones de Ucrania de que atacó al buque de guerra, según expresó su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.

«No tenemos la capacidad en este momento para verificar eso de forma independiente», dijo al Club Económico de Washington. Aún así, lo llamó «un gran golpe para Rusia».