El Brexit dejó una «herida abierta» en los ciudadanos de la Unión Europea (UE) que viven en el Reino Unido, según una encuesta difundida a seis años del referéndum que aprobó la salida del país del bloque.

El estudio, realizado por expertos de la Universidad de Birmingham y la Universidad de Lancaster, constató que esta situación en los inmigrantes afecta negativamente sus sentimientos hacia el Reino Unido.

La encuesta encontró que el Brexit tuvo un impacto profundo y duradero en las vidas y el sentido de identidad y pertenencia de los ciudadanos de la UE que viven en el Reino Unido.

«El Brexit llevó a muchos a preguntarse quiénes son y reconsiderar su futuro en el Reino Unido. También provocó una pérdida de confianza hacia las instituciones y hacia los políticos británicos», dice el estudio.

“Mientras que la narrativa pública sugiere que el Brexit es asunto terminado, para los ciudadanos de la UE, sigue siendo una cicatriz abierta», dijo Nando Sigona, autor principal del informe y profesor de la Universidad de Birmingham.

Según Sigona, fuertes sentimientos de inseguridad, inquietud y tristeza coexisten con otros de pertenencia y oportunidad, prevaleciendo este último en Inglaterra, mientras que los que viven en Escocia y Gales expresan sensaciones más positivas.

«Reconstruir la confianza es un desafío cuando las ramificaciones del Brexit todavía tienen consecuencias tan profundas en la vida de los ciudadanos de la UE en Gran Bretaña”, sostuvo.

La encuesta, denominada «Migración y ciudadanía después del Brexit», fue completada este año por ciudadanos de la UE que actualmente viven o han vivido recientemente en el Reino Unido.

El estudio mostró que los encuestados expresaron un fuerte sentido de apego al bloque comunitario y que para muchos fue provocado por el referéndum y las negociaciones del Brexit que siguieron después.

“Siempre recordaré ese jueves de 2016 cuando me desperté y vi el resultado. Lloré. Tuve que ir a trabajar. Me sentí traicionada, ignorada, descuidada, dejada para preguntarme sobre mi vida en el Reino Unido”, relató una de las encuestadas, una mujer francesa de 64 años con ciudadanía británica.

Otra encuestada de 55 años con doble ciudadanía contó que tenía una vaga idea de cómo funcionaba la UE y qué ofrecía a sus ciudadanos.

«He aprendido mucho más sobre la UE desde 2016 y he llegado a admirar el proyecto y su impacto positivo en la vida de los ciudadanos de la UE”, dijo

A su vez, un ciudadano irlandés de 35 años explicó que identifica ahora a la UE como su patria.

«Me identifico como ciudadano de la UE antes de identificarme con cualquier nacionalidad”, aseguró.

Otro encuestado de 45 años con doble ciudadanía dijo que sus sentimientos hacia Escocia no han cambiado, pero su visión del Reino Unido es más negativa debido a la incompetencia del Gobierno en el manejo de la pandemia de coronavirus.

El estudio mostró también, que a pesar de que la mayoría tiene estatus de asentado o ciudadanía británica, el estatus legal y el derecho a la residencia siguen siendo preocupaciones principales, que afectan las relaciones familiares y dan forma al pensamiento sobre planes futuros, particularmente en las familias mixtas.

Además mostró que la pandemia de coronavirus impactó en las actitudes de las personas hacia su país de residencia, menos hacia el país de origen y la UE en general.

«La mayoría de los ciudadanos de la UE que viven en el Reino Unido informaron que la pandemia generó sentimientos negativos hacia el Reino Unido y solo unos pocos adoptaron el punto de vista opuesto», concluyó el informe.