El número de periodistas detenidos a lo largo de 2021 alcanzó los 488, un 20% más que el año pasado, con México y Afganistán encabezando la lista de los países donde ejercer el oficio es más peligroso, según el informe anual publicado este jueves por Reporteros sin Fronteras (RSF).

«Nunca desde la creación del balance anual de RSF en 1995 había sido tan elevado el número de periodistas encarcelados», explica el comunicado de la organización con sede en París, que destaca además que del total, 60 son mujeres, otro récord, recogió la agencia de noticias AFP.

En 2020, el número de periodistas encarcelados había sido 235.

El número de periodistas asesinados ha bajado este año, en buena parte gracias al fin parcial de conflictos armados en Siria, Irak, Afganistán o Yemen, afirma el texto.

Según el informe de RSF, hasta el 1 de diciembre de 2021 murieron 46 periodistas.

Sin embargo, de acuerdo con el balance realizado en diciembre del año pasado por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), en 2020 al menos 42 trabajadores de prensa fueron asesinados, por lo que la cifra de periodistas muertos este año pudo haber aumentado.

En todo caso, la cifra promedia los 43 y alerta sobre los riesgos que corren quienes ejercen el oficio.

«Hay que remontarse a 2003 para hallar un número de muertos inferior a 50», explica el texto.

Unos 30 periodistas fueron asesinados deliberadamente, siete de ellos en México, el país más peligroso por tercer año consecutivo.

En México, 47 reporteros fueron asesinados en los últimos cinco años.

«Alimentada por la impunidad casi total, y ante la falta de reformas valientes de los gobiernos sucesivos (…), la espiral de violencia parece interminable», denuncia el informe.

En Afganistán murieron seis periodistas a lo largo del año, a causa de ataques y atentados con bombas.

El país asiático, desgarrado por décadas de violencia, cuenta con el mismo número de decesos que México en los últimos cinco años, 47.

Además de los 488 periodistas oficialmente entre rejas, otros 65 están secuestrados.

El aumento del 20% de periodistas encarcelados se debe en particular a la represión contra la libertad de informar en tres países: Myanmnar, donde una junta militar tomó el poder en febrero; Bielorrusia, que vivió una polémica reelección presidencial en agosto, y China, cuyo Gobierno tomó el control total de Hong Kong.

Un tribunal de la ex colonia británica ordenó el miércoles la liquidación de la casa matriz del diario Apple Daly, un rotativo prodemocracia.

Apple Daily cerró este año luego de que sus bienes fueron congelados bajo una ley de seguridad nacional que China impuso a Hong Kong para sofocar la disidencia.

Respecto a 2020, el número de mujeres informadoras encarceladas aumentó en un tercio. Destaca el caso de Zhang Zhan, una periodista china, en estado crítico.

En Bielorrusia, más mujeres (17) que hombres (15) fueron detenidas este año, entre ellas Daria Chultsova y Katsiarina Andreyeva, sentenciadas a dos años en colonia penitenciaria por haber retransmitido en directo en una emisora televisiva una manifestación no autorizada.

En cuanto a los secuestros, la organización yihadista Estado Islámico (EI) mantiene en su poder a 28 periodistas, el 43% del total mundial, a pesar de que el grupo fue oficialmente derrotado en 2017.

Hasta la fecha, las familias de esos reporteros siguen sin saber si están vivos o muertos.

Dos informadores mexicanos, Jorge Molotzín Cential y Pablo Felipe Romero, desaparecieron el 10 y el 25 de marzo respectivamente en el estado de Sonora, fronterizo con Estados Unidos, recuerda RSF.