Los venezolanos han elegido ayer a los 167 miembros de la Asamblea Nacional. Hasta ahora, este órgano colegiado había sido dominado por el chavismo, pero desde ayer todo ha cambiado porque la oposición arrasó y según el primer parte de la Comisión Nacional Electoral obtuvo la mayoría. Pero como aún falta concluir el cómputo, es probable que la oposición alcance la mayoría calificada, lo que podría dar un vuelco en el rumbo político de un país dominado hasta ahora por la crisis económica. Según los observadores, muchos chavistas esta vez votaron por la oposición.

¿Cuáles son las funciones de la Asamblea Nacional? De acuerdo con el Artículo 187 de la Constitución, tiene a su cargo legislar, proponer reformas a la Carta Magna y ejercer la función de control sobre el Gobierno y la Administración Pública. Pero también puede decretar amnistías, aprobar el presupuesto nacional y créditos adicionales a este, da el visto bueno a contratos de interés nacional y acuerdos y convenios con otros países, y escoge a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y al Fiscal, el Contralor y el Defensor del Pueblo. No es poca cosa.

Pero hay más. Con la mayoría simple (84-101), la oposición se quedaría también con las presidencias de todas las comisiones de la Asamblea sino que está facultada y de hecho puede aprobar leyes, aprobar créditos interpelar a los ministros y destituir a aquellos que se nieguen a hacerlo. Tiene facultad para modificar el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Y no sólo eso, sino que de obtener la mayoría calificada, como es posible que ocurra luego del conteo definitivo, (más de 101 diputados), podría negarle poderes al presidente Maduro y hasta someterlo a una suerte de juicio político si fuera menester.

Sin embargo, el diputado opositor Medina Vides descartó ayer a los medios que esto fuera a suceder si se obtenía la mayoría calificada en la Asamblea y que se buscaría consensuar políticas para sacar a Venezuela del atolladero en que se encuentra. De todos modos, este triunfo opositor pone a Venezuela en el umbral de un cambio que comenzará de inmediato, seguramente, con la liberación de los presos políticos.