Estados Unidos ordenó este miércoles la salida inmediata de su personal no esencial de Irak y Alemania y Holanda suspendieron sus programas de formación militar en el país, en medio de tensiones entre Washington e Irán y sus respectivos aliados en Medio Oriente.

El retiro de diplomáticos norteamericanos de la embajada en Bagdad y del consulado en Erbil se dió por «una amenaza inminente» en «conexión directa con Irán», en medio de tensiones crecientes entre Washington e Irán, vecino de Irak.

En los últimos días, Estados Unidos envió un portaaviones y bombarderos al Golfo Pérsico, rebeldes de Yemen alineados con Teherán atacaron con drones un oleoducto en Arabia Saudita y varios petroleros sufrieron misteriosos «sabotajes» cerca del golfo.

La crisis, que preocupa a los socios europeos de Estados Unidos, radica en la decisión de su presidente, Donald Trump, de retirar al país del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las mayores potencias e imponer sanciones unilaterales a la República Islámica.

El líder supremo iraní, Ali Jamenei, advirtió el martes que Teherán podría fácilmente volver a enriquecer uranio a niveles necesarios para fabricar armas nucleares, aunque descartó una guerra y dijo que la disputa con Estados Unidos es más bien una cuestión de temple.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, también buscó distender ayer la situación al subrayar que su país no quiere una guerra con Irán, luego de que el Reino Unido advirtiera esta semana del peligro de un conflicto por «accidente» en Medio Oriente.

Pero el movimiento de personal diplomático de Estados Unidos de Irak alertó a sus socios europeos, que no tienen claro cuál es la «amenaza iraní» que Washington invocó antes de enviar el portaaviones y los bombarderos, y ven con escepticismo a su poderosos aliado.

Ayer, un general británico contradijo la afirmación de la Casa Blanca de que Irán y grupos aliados planeaban ataques a intereses estadounidenses en la región, ganándose hoy un reproche de las Fuerzas Armadas estadounidenses.

«No se percibe una mayor amenaza de las fuerzas respaldadas por Irán en Irak y Siria», dijo en Bagdad el general Chris Ghika, subcomandante de la operación Resolución Inherente (OIR), la misión contra el Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos.

El Comando Central, responsable de las operaciones militares de Estados Unidos en Medio Oriente, rechazó las declaraciones y aseguró que sus tropas están en alerta máxima, aunque no brindó más detalles.

«Recientes comentarios del subcomandante de la OIR van en contra de amenazas creíbles disponibles para la inteligencia de Estados Unidos y sus aliados respecto a fuerzas regionales apoyadas por Irán», dijo el Comando Central en un comunicado.

Mientras Estados Unidos sigue sin dar detalles sobre las amenazas, su embajada en Bagdad anunció este miércoles en su página web que todo el personal oficial estadounidense no esencial recibió orden del Departamento de Estado de abandonar Irak de inmediato.

Alemania, por su parte, suspendió las operaciones de entrenamiento de personal local en Irak, informó la agencia de noticias alemana DPA.

El ministerio de Defensa alemán dijo que la decisión no responde a una amenaza concreta sino que es preventiva y señaló que es posible que pronto se reanuden las operaciones.

También Holanda, que al igual que Alemania integra la coalición contra el EI en Irak, suspendió hoy su misión de entrenamiento a fuerzas militares en la norteña ciudad de Erbil, capital de la región semiautónoma del Kurdistán, según la agencia holandesa ANP.

España, por su parte, retiró temporalmente una de sus fragatas de la flota de combate que se dirige hacia el golfo Pérsico.

Para aumentar aún más el estado de alarma, ayer circuló una noticia acerca de los supuestos planes de Estados Unidos por aumentar su contingente militar en Medio Oriente, desatando una polémica que fue reavivada más tarde por Trump.

El mandatario negó que el informe sea real, aunque también preguntó: «¿Haría eso? Absolutamente».

Las declaraciones del líder supremo iraní, sin embargo, sumadas a las de Pompeo, trajeron algo de distensión.

«Ni nosotros, ni ellos estamos buscando la guerra», dijo Jamenei anoche frente a oficiales militares, y agregó que «ellos saben que no les conviene».