Estados Unidos y México anunciaron este martes en Washington un nuevo acuerdo sobre las importaciones estadounidenses de azúcar mexicano, que modifica los términos de un entendimiento de 2014 y pone punto final a un difícil contencioso bilateral.

El secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross, expresó que los dos países alcanzaron «un nuevo acuerdo de principio que suspende las medidas antidumping contra las importaciones del azúcar mexicano».

Sin embargo, Ross explicó que «lamentablemente» los productores azucareros estadounidenses «aún no pueden apoyar este acuerdo», pero estimó que la confirmación plena del entendimiento anunciado este martes es una «cuestión de días».

Los productores azucareros estadounidenses habían sido el origen del reclamo, por considerar que México estaba subsidiando el azúcar de su país para poder colocar el producto en Estados Unidos a precios inferiores a los de mercado.

En 2016 México llegó a vender 1,1 millón de toneladas de azúcar a Estados Unidos, y en contrapartida abrió su propio mercado a la fructosa de maíz, utilizada fundamentalmente como edulcorante para bebidas.

En caso de que las dos partes no alcancen un acuerdo, Estados Unidos había amenazado con aplicar tarifas de hasta 80% al azúcar mexicano.

El nuevo acuerdo mantiene el volumen de azúcar mexicano que puede acceder al mercado estadounidense aunque modifica los porcentajes de la composición de esas ventas en términos de refinación del producto.

Un acuerdo bilateral que estaba vigente desde 2014 determinaba que del total de azúcar que México podía lanzar al mercado estadounidense el 53% correspondía al producto refinado, y el restante a azúcar crudo.

Por el nuevo acuerdo, los porcentajes aceptados pasarán a ser de 30% refinado y 70% crudo, explicó Ross.

Por su parte, el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, destacó que con el nuevo acuerdo «se mantiene el acceso del azúcar de México al mercado de Estados Unidos, como ya había sido determinado por el acuerdo de 2014».

Guajardo destacó que por el nuevo acuerdo, en caso de que Estados Unidos requiera más azúcar para su mercado interno deberá solicitar primero a México por un aumento del producto, y solamente podrá abrir cupos a terceros países caso la industria mexicana no pueda satisfacer la demanda.

En tanto, en una nota oficial, la Alianza Azucarera Estadounidense (que reúne a los productores) lamentó en una nota oficial que el nuevo acuerdo deja «huecos» que «México podría explotar para seguir colocando azúcar subsidiado».

De acuerdo con Guajardo, la difícil negociación entre los dos socios comerciales para resolver el complicado litigio por el azúcar ha permitido a las dos partes establecer vínculos que serán provechosos cuando se renegocie el TLCAN.

En este sentido, Ross apuntó que la cuestión azucarera era «un tema muy delicado» y expresó su satisfacción por «haber quitado este tema del medio antes de que comiencen las negociaciones» por el TLCAN, posiblemente a fines de agosto de este año.