El gobierno de Francia echó este lunes al jefe de policía de París y anunció una prohibición de protestas de los chalecos amarillos en la capital y otras dos ciudades, luego de otro fin de semana de desmanes y saqueos sobre la parisina avenida de los Campos Elíseos.

El primer ministro Édouard Philippe dijo que la prohibición se aplicará en barrios de París, Burdeos y Toulouse que fueron «los más afectados» por las protestas de los chalecos amarillos, que provocaron serios destrozos desde su inicio, en noviembre.

También dijo que el jefe de policía de París, Michel Delpuech, será reemplazado esta semana por el prefecto Didier Lallement, quien ejercía esas responsabilidades en el departamento de Gironde, con capital en Burdeos.

> Te puede interesar: Los ‘chalecos amarillos’ tomaron las calles de París en su 18ª semana de protesta

Philippe anunció las medidas luego de una reunión con el presidente Emmanuel Macron y funcionarios de seguridad para tratar de evitar una recurrencia de los hechos de violencia del sábado pasado.

Ese día, manifestantes prendieron hogueras, saquearon tiendas de artículos de lujo y atacaron a agentes de policía sobre la avenida de los Campos Elíseos.

Muchas de las coquetas boutiques ubicadas sobre la afamada avenida permanecieron durante este lunes cerradas, algunas de ellas con sus frentes todavía chamuscados.

El gobierno dijo que la prohibición de las protestas en la avenida de los Campos Elíseos se aplicará desde el momento en que se tenga conocimiento de «la presencia de militantes ultra» con voluntad de causar destrozos.

> Te puede interesar: Chalecos amarillos saquearon una logia masónica

La restricción se aplicará también a la plaza Pey Berland en Burdeos y a la del Capitolio en Toulouse, donde se produjeron en forma repetida incidentes violentos durante los cuatro meses de protestas de los chalecos amarillos, informó la agencia de noticias EFE.

Además, las fuerzas de seguridad tendrán más autonomía para actuar y procederán «a la dispersión inmediata» cuando haya concentraciones con elementos vandálicos, señaló Philippe, y añadió que la Policía tendrá medios suplementarios, como drones e imágenes de vídeo, y que aumentarán las multas por participar en una manifestación prohibida.

El premier reconoció que la estrategia de mantenimiento del orden que se venía poniendo en práctica desde diciembre «no se aplicó correctamente» el pasado sábado en París y que «la movilidad y la reactividad de las fuerzas del orden (…) fallaron en la conducción de las operaciones».

También defendió a Macron, que estuvo esquiando el sábado en los Pirineos hasta por la tarde, pese a la crisis que se fraguaba en París por los altercados.

> Te puede interesar: Análisis sobre el movimiento de los “chalecos amarillos”

Philippe hizo hincapié en que quienes acudieron a los Campos Elíseos ese día «no eran manifestantes, sino alborotadores» cuyo único objetivo era «saquear, robar, incendiar…».

De hecho, se esforzó en señalar que no confunde «a los violentos con la mayor parte de los ‘chalecos amarillos’, que ahora no se manifiestan», en alusión al descenso significativo de personas que salen a la calle en las convocatorias de cada sábado (32.300 este último, según el Ministerio del Interior).

Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Maire dijo que, antes de este último sábado, los daños materiales en las protestas de los «chalecos amarillos» han sido cifrados por las aseguradoras en 170 millones de euros.

Eso resulta de los 4.000 partes presentados por los comerciantes y 6.000 por vehículos deteriorados.