Con la nominación republicana a la Casa Blanca prácticamente en el bolsillo, Donald Trump quiere un vicepresidente con experiencia política, capaz de desempeñarse con fluidez en los tejes y manejes del Congreso.

Preguntado este miércoles por la cadena ABC, Trump aseguró que su vicepresidente (que constitucionalmente tomaría el cargo de presidente en caso de impedimento) será un republicano y «se tratará muy probablemente de una persona con experiencia en política».

«Quiero alguien que tenga de veras talento para relacionarse con el Senado, para interactuar con el Congreso, que pueda hacer votar leyes», dijo Trump, que agregó que no tenía ninguna intención de legislar por decreto como el presidente Barack Obama.

El multimillonario, que aplastó a Ted Cruz en las primarias de Indiana el martes y lo llevó a retirarse de la carrera presidencial, debería llegar sin problemas al número de 1.237 delegados para ser designado como candidato de su partido.

El estilo de Trump, sobre todo por sus ataques personales y las ideas que defiende, ha dividido profundamente al Partido Republicano, aun si desde el martes, con la victoria casi asegurada, prometió volver a unirlo. En ese sentido, una elección acertada de fórmula podría ayudarle en ese propósito.

Sin embargo, el magnate señaló que aún no hizo una elección. «Estoy considerando muchos nombres, a decir verdad», dijo en el show Fox and Friends el miércoles, cuando le preguntaron si consideraba al excandidato Marcos Rubio entre las posibilidades.