Cientos de los miles de migrantes que quedaron sin techo por el incendio del campo de refugiados más grande de Grecia y Europa se establecieron en un nuevo centro temporal construido de urgencia en la isla de Lesbos, donde la policía detuvo hoy a cinco sospechosos de haber provocado el siniestro.

«Cinco jóvenes extranjeros fueron detenidos y un sexto fue identificado y es buscado», indicó el ministro de Protección Civil griego, Michalis Chrysohoidis, en declaraciones a la agencia de noticias estatal ANA, sin revelar ni la identidad ni la nacionalidad de los arrestados.

Unos 12.000 migrantes del campamento de Moria de Lesbos están sin refugio desde el incendio que tuvo lugar en la noche del 8 al 9 de septiembre y duermen en edificios abandonados, al costado de carreteras e incluso en techos.

Alemania, bajo presión para acoger a algunas de esas personas, tiene previsto recibir a unos 1.500 migrantes, sobre todo de familias con niños que fueron reconocidos como refugiados por las autoridades griegas, indicaron hoy fuentes del gobierno de la canciller Angela Merkel a la agencia de noticias AFP.

Alemania ya previó tomar a cargo entre 100 y 150 menores aislados evacuados del campo de Moria en el marco de una iniciativa conjunta con Francia.

Hasta el momento, las autoridades alemanas insistieron en la necesidad de encontrar una solución a nivel europeo para esta complicada cuestión que divide a los 27 miembros de la Unión Europea (UE) desde 2015.

En Lesbos, los habitantes están llamados a manifestarse hoy para exigir el «alejamiento de los migrantes».

A poca distancia de las ruinas del campo de Moria, algunas familias de solicitantes de asilo hacen fila para entrar en el nuevo campamento, que se instaló a toda prisa a plena luz del sol después del incendio, indicó un periodista de la AFP.

El Ministerio de Migración griego dijo hoy que solo 800 personas ya se instalaron en el nuevo campamento temporal.

«La entrada de los solicitantes de asilo en el nuevo campamento no es negociable», dijo Chrysohoidis a los medios de comunicación en Lesbos.

Moria albergaba a migrantes de África, Medio Oriente y Asia que llegaron a la isla en los últimos años desde la cercana Turquía huyendo de guerras o de la pobreza. Por lo general, los migrantes no quieren quedarse en Grecia, sino que prefieren ir a otros países de la UE más prósperos, sobre todo Alemania.

En virtud de un acuerdo de 2016 entre Bruselas y Ankara, los que llegan a las islas griegas se quedan allí esperando que se acepte su pedido de asilo o que, caso contrario, sean deportados a Turquía.

Organizaciones humanitarias llevaban años advirtiendo sobre las pésimas condiciones del campamento, que tenía capacidad para 2.750 personas pero albergaba a más de 12.500.

Autoridades griegas distribuyeron hoy un documento en inglés, francés, farsi, urdu y árabe a los miles de migrantes que se han quedado sin hogar desde el incendio para alentarlos a ir al campamento temporal.

Desde hace varios meses, el gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis planeaba construir un campamento cerrado en Lesbos para aliviar la congestión de Moria.

Y ahora que ese campo fue destruido, el primer ministro confirmó que pronto se reconstruirá un campamento y pidió una participación más activa de la UE.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de visita en Atenas antes de dirigirse a Lesbos por la tarde, pidió hoy una «respuesta justa, fuerte y eficaz» de la UE a la cuestión migratoria.