La junta directiva del diario británico Financial Times le advirtió el 25 de noviembre en una editorial al Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que no puede permitirse “titubear respecto a darle rienda suelta a un ministro que estudió economía en la Universidad de Chicago en la década de 1970”. El ministro al que se hace referencia es Paulo Guedes, ministro de Finanzas de Brasil, que ese mismo día le dijo a los periodistas en Washington, DC, que si las manifestaciones masivas que se vienen sucediendo en Suramérica se extienden hacia Brasil, se podría imponer una dictadura militar para aplastarlas.

Obviamente ese mensaje no está dirigido a Brasil únicamente.

Bolsonaro ha hecho la mayor parte de lo que le ha dicho el títere de Londres, Guedes. El gobierno consiguió que el Congreso aprobara una ley para desbaratar el sistema del seguridad social (algo que los banqueros internacionales estuvieron procurando desde hace décadas) y está avanzando con otras “reformas”: la privatización de la compañía de electricidad, eliminar el monopolio del gobierno para acuñar la moneda; obligando a los estados y municipios a que adopten medidas de austeridad se pasan sus límites de gastos; así como una reforma fiscal, entre otras cosas.

Lo único en que se detuvo momentáneamente (el “titubeo” al que se refiere el regaño del Times) fue en la implementación de una “reforma” que podría recortar el sueldo y los derechos de los empleados públicos. El Financial Times reconoce que ese titubeo expresa el temor de que un proceso similar a los “disturbios populares contra las políticas económicas friedmanitas” de Chile, se podría desatar en Brasil también, en donde el ex Presidente Lula da Silva, que ya salió de la cárcel, podría variar la balanza. Lula “no ha perdido tiempo en catalogar al ministro Guedes como un destructor de empleos y a empezar a organizar manifestaciones de oposición”, como se quejó la junta directiva del Financial Times en su editorial.

“Lo que está en riesgo es mucho mayor, para dejar que Brasil arriesgue que sus reformas económicas se vayan a pique frente a las rocas del populismo. El gigante de Latinoamérica ha esperado ya excesivamente mucho para poner las finanzas del gobierno sobre bases sustentables y para hacer al país un lugar más atractivo para los negocios. Si ahora pierde la oportunidad, se perderá esa buena oportunidad para el cambio, quizás por años, y los inversionistas internacionales se irán para otro lado”, advierte el diario de la City de Londres. “El señor Bolsonaro tiene que mantenerse firme…”, ordena el Financial Times.

Guedes andaba en Washington para sostener varias reuniones, cuando los periodistas le preguntaron qué pensaba sobre las movilizaciones a las que está llamado Lula contra sus “reformas” económicas, y como respuesta dijo que en cualquier caso se podría reinstituir la infame “Acta institucional 5” (conocida también como la “AI-5”), que fue el decreto del gobierno militar de 1968 bajo el cual se disolvió el Congreso, se ejecutaron arrestos en masa y se institucionalizó la tortura y las “desapariciones” de los opositores al régimen militar. “¿Solo hay democracia cuando gana tu bando? ¿Cuando gana el otro bando, después de 10 meses convocas a todo mundo a que tomen las calles? ¿Qué clase de responsabilidad es esa? No se asombren entonces si alguien pide una AI-5”, amenazó Guedes.

El hijo del Presidente Bolsonaro, Eduardo, partidario de su política, sugirió en noviembre la reinstitución de la AI-5. En ese momento, la Corte Suprema de Justicia se mantuvo en silencio. Pero el agente de Londres, Guedes, ejerce un poder mucho mayor que Eduardo, y ahora si respondió el presidente de la Suprema Corte, Dias Toffoli: “El AI-5 es incompatible con la democracia… No se construye un futuro con la experiencia fracasada del pasado”, declaró.