Las crecidas provocadas por lluvias en Bolivia dejaron en lo que va de año 30 muertos y 27 desaparecidos, según el último balance difundido este jueves por el Gobierno.

Según la información del Viceministerio de Defensa Civil, desde enero hasta la fecha 6.657 familias resultaron damnificadas y se perdieron 19.058 hectáreas de cultivos, principalmente de granos, tubérculos y hortalizas.

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El incidente más grave se registró a principios del pasado mes en una transitada carretera que une la ciudad de La Paz con el poblado agrícola de Caranavi, puerta de ingreso a la Amazonía, donde dos aludes causaron 19 muertos y 24 desaparecidos.

El Viceministerio de Defensa Civil también informó que de los 339 municipios que tiene Bolivia, 21 están en situación de emergencia y 44, de desastre.

El Gobierno boliviano también decreto a fines de febrero la emergencia nacional y dispuso un presupuesto de unos 50 millones de bolivianos, unos 7 millones de dólares, para las tareas de emergencia.

La temporada de lluvias en Bolivia comienza en noviembre y se prolonga hasta marzo del año siguiente. El último periodo, el de los años 2017 y 2018, cerró con un saldo de 17 fallecidos y 14.800 familias afectadas.