La cifra de muertes por el coronavirus de Wuhan se elevó este lunes a 910 en todo el mundo, la gran mayoría en China continental, mientras que ya son más de 40.000 las personas infectadas.

Además, el Ministerio de Salud de Japón reveló que se detectaron 60 nuevos casos en el crucero que permanece varado en el puerto japonés de Yokohama desde la semana pasada, por lo que son al menos 130 los contagiados hasta el momento en la embarcación, uno de ellos argentino.

Un equipo de expertos internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viaja a China para investigar el brote, que se cree que surgió en un mercado de mariscos en la ciudad central de Wuhan, que tiene 11 millones de habitantes y sirve como un importante centro de transporte.

En tal sentido, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus, aseguró que los casos de coronavirus reportados en Francia y el Reino Unido de pacientes sin historial de viaje hacia China son preocupantes y podrían ser “la chispa de un posible incendio mayor”.

Por otra parte, el director general de la OMS pidió a la comunidad internacional que no politice la lucha contra el coronavirus, un «enemigo común de toda la humanidad» al que «solo venceremos unidos y trabajando juntos», consignó la agencia EFE.

El presidente estadounidense, Donald Trump, sostuvo en tanto que “para abril o durante el mes de abril, el calor habitualmente mata a este tipo de virus”.

“Mucha gente piensa que se va a ir en abril con el calor. A medida que el calor llega. Normalmente, se irá en abril. Estamos, no obstante, bien preparados”, consideró el mandatario durante un acto en la Casa Blanca.

Washington ha prohibido por el momento la entrada a Estados Unidos de los extranjeros que hayan visitado China en los últimos 14 días, a la par de un anuncio de cuarentena obligatoria de dos semanas a los estadounidenses que hayan estado recientemente en Hubei, cuya capital es Wuhan.

Palabra de Xi

Este lunes fue el primer día hábil tras la extensión de las vacaciones tras el Año Nuevo Chino por parte del Gobierno chino, en los intentos de frenar el contagio del coronavirus.

En imágenes difundidas por medios chinos, puede verse al presidente Xi Jinping usando un barbijo mientras visita centros de salud, en los cuales variados especialistas tratan a aquellas personas que han presentado síntomas de la intempestiva enfermedad.

«La epidemia es un demonio, no podemos dejar que el demonio se esconda», aseguró el también líder del Partido Comunista Chino tras reunirse con el máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

En la misma línea, Xi Jimping aseguró que China está preparada para “una batalla larga y sombría” con el virus pero que finalmente podrán vencer.

Anteriormente, el mandatario informó que el Gobierno evitará ejecutar despidos masivos por los efectos del brote en la economía oriental, duplicando esfuerzos para cumplir con los objetivos económicos y sociales de este año en el gigante asiático.

En ese sentido, el Banco Central Chino (PBOC) prepara una operación por 300 mil millones de yuanes (43 mil millones de dólares) para apoyar a las empresas en medio de la crisis del coronavirus que acabó con la vida de al menos 811 personas y contagiado a 37.198 en China, y causó otra muerte en Filipinas y otra más en Hong Kong.