Corea del Norte afirmó este domingo haber probado lanzacohetes de largo alcance y armas tácticas teledirigidas, un día después del que podría ser el primer disparo de misiles de corto alcance de Pyongyang en más de un año.

La agencia estatal norcoreana KCNA precisó que los disparos de lanzacohetes se produjeron el sábado, e indicó que estos ejercicios estuvieron supervisados por el líder Kim Jong Un.

«El objetivo de estos ejercicios era inspeccionar las capacidades operacionales y la precisión de tiro de los lanzacohetes múltiples de gran calibre así como las armas tácticas teledirigidas», indicó la agencia, añadiendo que los disparos fueron orientados hacia el mar de Japón.

También el sábado, Corea del Norte «lanzó varios proyectiles de corto alcance» desde la península de Hodo, cerca de la ciudad costera de Wonsan, en dirección noreste, señaló el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur. En un primer comunicado hizo referencia a «misiles».

Los proyectiles recorrieron entre 70 y 200 kilómetros sobre el mar de Japón, según el texto. De acuerdo con el ministerio japonés de Defensa «no hay confirmación» de que los misiles sobrevolaran su territorio.

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el sábado estar confiado en la voluntad de Kim Jong Un de alcanzar un acuerdo sobre la cuestión nuclear, a pesar del anuncio de los disparos de misiles de corto alcance.

«Creo que Kim Jong Un comprende plenamente el gran potencial económico de Corea del Norte, y no hará nada para interferir o acabar con él», reaccionó Trump en Twitter.

«También sabe que estoy con él y no quiere romper su promesa.

¡El acuerdo se cumplirá!», agregó el mandatario estadounidense.

Por su parte, la presidencia surcoreana dijo sentirse «muy preocupada» porque el lanzamiento vulnera un acuerdo militar firmado por las dos Coreas en Pyongyang el año pasado.

«El test de armas de Corea del Norte viola el espíritu del acuerdo del 19 de septiembre», dice un comunicado del gobierno surcoreano en referencia a la declaración firmada en la cumbre intercoreana de Pyonyang del año pasado entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente sureño, Moon Jae-in.

A inicios de esta semana, Pyongyang advirtió a Estados Unidos de un «resultado indeseable» si no ajustaba su posición para finales de año, después de tres meses de parálisis en las negociaciones sobre el programa balístico y nuclear de Corea del Norte.