La Asamblea Nacional (AN, parlamento) de Venezuela quedó inmersa hoy en una confusa situación, luego de que el chavismo y sus aliados designaran presidente del cuerpo a Luis Parra en una sesión aparentemente sin quórum y a la que tropas militares impidieran el ingreso de la oposición, que más tarde reeligió a Juan Guaidó.

Parra fue elegido en una sesión realizada en la sede de la AN, a la que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militar) impidieron el acceso a los legisladores de la oposición, incluido Guaidó.

La designación y el juramento de las nuevas autoridades se realizó “en una sesión sin quórum, debate ni votación”, según el diario Tal Cual, en la que además de Parra fueron investidos Franklyn Duarte y José Gregorio Noriega como primero y segundo vicepresidentes, respectivamente.

Guaidó necesitaba al menos 84 votos para repetir en el cargo, pero 30 diputados opositores que estaban de su lado estuvieron ausentes al encontrarse fuera del país (al frente de las ‘embajadas’ paralelas creadas por el autoproclamado o prófugos de la justicia venezolana). Ante esto, el ex encargado intentó una reforma parcial al Reglamento Interior y de Debate para que se permitiese el voto virtual a través de Skype, lo que fue rechazado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por ser inconstitucional.

Sin embargo, horas después los legisladores de la mayoría opositora se reunieron para sesionar en instalaciones del diario caraqueño El Nacional, con quórum, según afirmó el segundo vicepresidente saliente de la AN, Stalin González.

Entonces, luego de una votación nominal, y con 100 votos -por encima de los 84 requeridos-, Guaidó fue reelecto presidente de la AN y mandatario interino de la república, y Juan Pablo Guanipa y Carlos Berrizbeitia fueron designados primero y segundo vicepresidentes del cuerpo, para suceder a Édgar Zambrano y a González.

>> También te puede interesar: El Gobierno consideró «inadmisibles» los «actos de hostigamiento» producidos en el parlamento de Venezuela

Parra y Noriega fueron expulsados el mes pasado de los partidos opositores Primero Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP), respectivamente, después de que fueran involucrados en la “Operación Alacrán”, una supuesta trama de sobornos a legisladores antichavistas con el objeto de impedir la reelección de Guaidó.

Esa denuncia, realizada por primera vez en noviembre por el diputado de PJ José Guerra, involucró a al menos nueve diputados, señalados días después por el diario digital Armando Info de haber hecho gestiones ante gobiernos extranjeros a favor de empresarios sancionados por Estados Unidos por tener negocios con el gobierno del presidente chavista Nicolás Maduro.

En el caso de Duarte, que no había sido alcanzado por esas denuncias, su partido, el tradicional Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), anunció en un comunicado que decidió hoy mismo someterlo a su tribunal disciplinario por haber “desacatado” la decisión partidaria de sostener la reelección de Guaidó, informó el diario digital Punto de Corte.

“Hoy, en lo que es el desmantelamiento del estado de derecho y el asesinato de la república, vemos cómo toman violentamente el Palacio Federal Legislativo”, dijo Guaidó, con la voz entrecortada tras forcejear con efectivos de la GNB.

Guaidó y otros legisladores tuvieron al menos tres encontronazos con los uniformados y sus escudos, dos de ellos antes de la sesión y otro una vez que Parra fuera nombrado, según la agencia de noticias EFE.

Maduro, a través de la cadena oficial de radio y televisión, calificó los hechos como “una rebelión dentro de la AN” y sostuvo que “si Guaidó no quiso entrar es porque no tenía los votos, él no quiso dar la cara”.

“No vamos a entrar en seguir enganchados en el pasado; Juan Guaidó para nosotros es el pasado y tenemos que abrirle la puerta al futuro”, dijo Parra a la televisora estatal VTV.

Guaidó “sabía como todos nosotros que tenía que estar aquí” y “nadie le impedía entrar” pero “decidió quedarse” fuera del palacio legislativo porque “no tenía los votos” para su reelección, agregó Parra, en sintonía con Maduro.

La designación de Parra fue cuestionada por los gobiernos de la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos y Paraguay, así como por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que gobierna España.

Solá: «Impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea es condenarse al aislamiento»

El canciller argentino Felipe Solá advirtió hoy al gobierno venezolano de Nicolás Maduro que «impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional», en referencia a los incidentes producidos durante la designación de nuevas autoridades del parlamento de ese país, en una sesión que la oposición denunció como «irregular».

«El gobierno argentino viene intentando por todos los medios que el diálogo y los acuerdos sean el camino para la plena recuperación del funcionamiento democrático de la República Bolivariana de Venezuela», planteó Solá desde su cuenta de Twitter.

Por eso, evaluó que «impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional».

«Rechazamos esta acción e instamos al Ejecutivo venezolano a aceptar que el camino es exactamente el opuesto. La Asamblea debe elegir su presidente con total legitimidad», expresó el jefe de la diplomacia argentina.