Roma y otras 1.100 comunas de toda Italia continúan este lunes con la elección de autoridades locales tras la baja participación registrada este domingo en el primer día de la votación, en unos comicios que pondrán a prueba la unidad de la centroderecha a nivel nacional.
Con las urnas abiertas hasta las 15 locales de este lunes (10 en la Argentina), un total de de 12.015.276 personas están llamadas a votar para elegir a los Gobiernos de 1.162 comunas, entre ellas 18 cabeceras de provincia como Roma, Turín, Milán, Nápoles y Bolonia.
Este domingo, en el primer día de votación, la afluencia a las urnas fue del 41,65% del padrón entre las 7 y las 23, un 20% menos que el porcentaje que votó en los comicios del 5 de junio de 2016, cuando de todos modos la elección se hizo en un solo día.
En la capital Roma, por ejemplo, este domingo votó el 36,82% de los habilitados, cuando cinco años atrás la afluencia alcanzó en un solo día el 57,03%. En la norteña Milán, siempre según las cifras oficiales del ministerio del Interior, este domingo sufragó el 37,76% de los habilitados frente al 54,65% de 2016.
Una de las claves del voto serán los resultados que logre conseguir la centroderecha, que se presenta unida en los principales distritos del país pese a que dentro del espacio conviven fuerzas que apoyan al Gobierno nacional de Mario Draghi, como la Liga y Fuerza Italia, con otras opositoras, como Hermanos de Italia.
Las fuerzas de centroizquierda que a nivel nacional sostienen a Draghi, en cambio, no lograron plasmar listas de unidad en ninguno de los grandes distritos y se presentan divididas en la capital y en el resto de las cabeceras de provincia.
En la «ciudad eterna», la división de la centroizquierda en tres listas posicionaba, según las encuestas previas, al candidato de la centroderecha Enrico Michetti a la cabeza de las preferencias para pasar al balotaje del 17 y 18 de octubre.
La pelea por el segundo puesto, que asegura el otro lugar en la segunda vuelta electoral, aparecía cabeza a cabeza entre la actual alcaldesa Virginia Raggi y los exministros nacionales de Desarrollo Económico, Carlo Calenda; y de Economía Roberto Gualtieri.
