El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador marcó el inicio de la veda electoral, una fase crucial previa a las elecciones presidenciales programadas para el próximo domingo. La medida impone la restricción de toda propaganda y actividades de proselitismo, cumpliendo así con el proceso democrático establecido por la ley.

En un comunicado difundido a través de las redes sociales, el TSE recordó a los partidos políticos y sus simpatizantes sobre la prohibición de cualquier tipo de propaganda durante los tres días previos a la elección y en el mismo día de la votación. Además, se enfatizó que no se permitirá la propaganda partidista en los centros de votación.

Esta veda electoral, que se mantendrá vigente hasta el 4 de febrero, forma parte de las disposiciones establecidas por el Código Electoral. Según Guillermo Wellman, juez del TSE, durante esta fase de «silencio electoral», se busca mantener la equidad y la transparencia en el proceso, permitiendo a los ciudadanos reflexionar sobre sus decisiones sin la influencia de la propaganda.

Noel Orellana, otro magistrado del TSE, recordó a través de una conferencia de prensa que violar estas disposiciones conlleva sanciones económicas. Las multas pueden oscilar entre 10.000 y 50.000 colones, equivalentes a 1.114 a 5.719 dólares, según lo establecido por la ley.

En contraste con procesos electorales anteriores, la campaña electoral actual ha sido caracterizada por su tranquilidad y la ausencia de enfrentamientos entre los simpatizantes de las diferentes fuerzas políticas. Guillermo Gallegos, del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), destacó la calma que ha predominado en el periodo previo a las elecciones.

El cierre de la campaña electoral se llevó a cabo sin grandes eventos, sorprendiendo incluso a los observadores locales acostumbrados a manifestaciones y caravanas de vehículos en la capital. Este ambiente atípico ha marcado una diferencia en esta contienda electoral, según informa la prensa local.

El próximo domingo, los ciudadanos salvadoreños tendrán la responsabilidad de elegir no solo al presidente, sino también a los diputados de la Asamblea Legislativa. Esta última se ha visto reducida a 60 escaños de los 84 originales, resultado de reformas impulsadas por el actual presidente Nayib Bukele a mediados del año pasado.

Las encuestas muestran una clara ventaja para Nayib Bukele, quien lidera con un abrumador 70.9% de intención de voto, según un sondeo de la Universidad Francisco Gavidia (UFG). Su principal contendiente, Manuel Flores del FMLN, apenas alcanza un 2.9%. Joel Sánchez de Arena cuenta con un 2.7%, mientras que Luis Parada de Nuestro Tiempo tiene un 1.1%.

La jornada electoral del domingo se presenta como un momento crucial para el futuro político de El Salvador, con la expectativa de confirmar la posición de Bukele o dar paso a un cambio significativo en la dirección del país.