Murieron 5 personas durante una protesta realizada en Bogotá este miércoles por la tarde, en repudio a la muerte de un hombre que recibió descargas eléctricas a manos de dos policías, situación que fue registrada en un video y viralizada a través de las redes.

Las protestas habían sido convocadas de forma pacífica pero la situación se desbordó y terminó en una batalla campal que libraron los manifestantes y los agentes de la fuerza de seguridad.

Todo comenzó cuando se difundió el video realizado por transeúntes donde se puede ver a un hombre, inmobilizado por dos policías, recibiendo una sucesión de descargas eléctricas con un arma paralizante.

La secuencia, de unos dos minutos, muestra a dos uniformados cuando reducen a Javier Ordóñez, un abogado de 46 años.

Ya en el suelo, le propinaron al menos cinco descargas de varios segundos con un arma eléctrica.

«Ya, por favor, no más», se escucha suplicar a Ordóñez en repetidas ocasiones, reprodujo la agencia de noticias AFP .


La alcaldesa de la ciudad, Claudia López, denunció la acción como un «abuso policial», y anticipó en Twitter que buscará «una reestructuración profunda y seria al interior de la policía», al tiempo que exigió «una condena ejemplar» contra los uniformados involucrados.

Por su parte, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, aseguró en una declaración a la prensa que «los dos agentes son ya objeto de investigación disciplinaria y penal».

El caso se produjo en un barrio del noroccidente de la ciudad, adonde acudieron los policías a atender un supuesto desorden provocado por «personas (…) en estado de alicoramiento», según el coronel Necton Borja, comandante operativo de la policía de Bogotá.

Ordóñez intentó «golpear a los policiales», tras lo cual fue sometido con «un arma no letal», dijo el oficial a W Radio.

El hombre fue llevado a una estación de policía donde presentó «complicaciones médicas» y luego trasladado a una clínica donde falleció.

Durante la tarde de este miércoles, cientos de personas se dieron cita para protestar frente a la estación de policía a la que Ordóñez fue llevado antes de morir.

Los manifestantes arrojaron pintura roja y piedras contra la fachada del edificio y un vehículo de la fiscalía que se encontraba en el lugar, al grito de «resistencia».

La policía dispersó la multitud con granadas de estruendo y gases lacrimógenos.

Aunque varias ambulancias acudieron al lugar, las autoridades no confirmaron inicialmente si hubo heridos o muertos en las protestas.

El presidente Iván Duque también rechazó «abusos (…) por parte de miembros de la fuerza pública» en un evento público en Bogotá.

«Hemos visto hechos dolorosos el día de hoy», dijo, y añadió: «a cualquier deshonra del uniforme tenemos que exigir que se apliquen sanciones oportunas».

Más tarde, en un comunicado, el Ministro de defensa Carlos Holmes Trujillo, informó que reforzará el dispositivo de Policía en Bogotá con 750 uniformados, más 850 que llegan de otras regiones del país.

Por otro lado, se ofrece una recompensa de hasta 50 millones por información que conduzca a la captura de los autores del homicidio de cinco personas durante esta jornada violenta en Bogotá y en el municipio de Soacha, según dice el comunicado.

La policía colombiana se ha visto salpicada por varios escándalos por abuso de fuerza.

En noviembre de 2019, Dilan Cruz, un joven de 18 años que participaba de una protesta antigubernamental, fue herido fatalmente en la cabeza con una munición de perdigones disparada por un miembro del escuadrón antidisturbios de Bogotá.

Y en agosto de 2011 un artista urbano identificado como Diego Becerra murió luego de que un policía le disparara mientras pintaba un grafiti en Bogotá.

En 2019, la ONU documentó al menos 15 víctimas mortales de abusos de la fuerza pública en Colombia, según un informe sobre la situación de derechos humanos en el país.