Tras dos días de operaciones, China puso fin a los simulacros de guerra en los alrededores de Taiwán, que incluyeron pruebas de bombardeos y abordajes de buques. Por su parte, el país afectado aseguró que recibió una oleada de aviones y barcos de guerra chinos, y catalogó al evento como una “provocación”.

El canal militar de la televisión estatal china dijo a última hora del viernes que los simulacros habían concluido. Un comentario del diario oficial Ejército Popular de Liberación afirmaba que habían durado dos días, de jueves a viernes, como se había anunciado previamente.

China, que reclama a Taiwán como territorio propio, empezó los ejercicios tres días después de que Lai Ching-te se convirtió en presidente del país insular, un hombre al que Pekín califica de “separatista”.

Pekín dijo que los ejercicios eran un “castigo” por el discurso de investidura de Lai el lunes, en el que dijo que los dos lados del estrecho de Taiwán “no están subordinados el uno al otro”, lo que China consideró una declaración de que ambos son países separados.

El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que el viernes había detectado 62 aviones militares chinos y 27 buques de la Armada, incluidos 46 aviones que cruzaron la línea mediana del estrecho de Taiwán, que anteriormente servía de barrera no oficial entre ambas partes.