China dijo expresó este fin de semana su rechazo a la decisión de Alemania de suspender el tratado de extradición con Hong Kong, al sostener que es un «asunto interno» chino y advirtió que se reserva el derecho a responder.

Alemania se convirtió en el último país occidental en tomar esta decisión en rechazo a la nueva ley de seguridad nacional china, que es vista por los gobiernos occidentales y organizaciones de derechos humanos ven como un paso en el cerco a la oposición en la ex colonia británica.

«Nos oponemos firmemente y nos reservamos el derecho a responder», sostuvo la embajada china en Berlín en un comunicado en el que defendió las últimas medidas adoptadas en relación a Hong Kong. Además, recalcó que «los asuntos de Hong Kong son asuntos internos de China».

«La erróneas declaraciones de la parte alemana sobre Hong Kong y el tratado de extradición son una grave violación del Derecho Internacional (…) y una grave violación de los asuntos internos de China», aseveró.

Este sábado, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, citó entre las preocupaciones de su Gobierno la decisión de la líder hongkonesa, Carrie Lam, de retrasar las elecciones parlamentarias y prohibir la candidatura de una docena de activistas pro democracia, incluido el destacado opositor Joshua Wong.

Los países que han suspendido el tratado de extradición, entre los que también se cuentan Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, temen que sean usados junto a la ley de seguridad nacional para perseguir a opositores hongkoneses más allá de las fronteras chinas.

De hecho, el diario local South China Morning Post reveló que, según fuentes próximas a la investigación, la Policía de Hong Kong preparaba órdenes de busca y captura contra seis declarados opositores, de los cuales al menos cuatro residen en el extranjero.

Se trata del activista Nathan Law y del exdiplomático Simon Cheng, quienes residen en Reino Unido; Wayne Chan, residente en Ámsterdam; el integrante de la organización Consejo para la Democracia de Hong Kong, Samuel Chu, residente en Estados Unidos; y de los también activistas Ray Wong y Lau Hong.

Entre los presuntos perseguidos se encuentra un antiguo empleado del consulado británico, bajo sospecha de violar la nueva ley de seguridad nacional, afirma el diario, que cita fuentes próximas a la investigación.

Al parecer, se les podría acusar a todos de «incitar a la secesión y la colusión con fuerzas extranjeras y externas para poner en peligro la seguridad nacional», de acuerdo con la ley, recientemente promulgada por orden del Gobierno chino.

De confirmarse la operación, sería la primera vez que la Policía de Hong Kong invoca la disposición extraterritorial de esta ley.

Law fue uno de los primeros en defenderse con un comunicado en el que pide a las autoridades que no emprendan represalias contra su familia, según la agencia de noticias DPA.

«Insisto en que todo el trabajo de defensa en el extranjero se ha realizado a título personal, sin ninguna conexión política con otras personas», aseguró.

Desde que se instituyó la nueva ley, varios países occidentales han cortado los tratados de extradición con Hong Kong. Aun así, las fuentes del Post sostienen que «la medida puede enviar un mensaje a estos países sobre los límites que la ley marca como delictivos».

Agrega que en las próximas horas, «los seis (activistas) serán puestos en la lista de personas buscadas por la Policía y serán interceptados una vez que regresen a la ciudad».