LUNES, 02 DE DIC

Chile decide si aprueba o no una nueva Constitución

La propuesta, escrita por 154 convencionales constituyentes elegidos con la participación de los pueblos originarios, busca establecer en sus 388 artículos en 178 páginas un Estado de bienestar en el país.

 

Alrededor de 15 millones de chilenos y chilenas quedaron habilitados para votar desde las 8 hora local para decidir si aprueban o rechazan el proyecto de nueva Constitución que busca poner fin a la escrita durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990), pero que podría seguir vigente si gana la segunda opción, como anticiparon las encuestas.

Actualmente, Chile se rige por la Constitución pinochetista de 1980, que tuvo una importante reforma en 2005, durante el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), pero que fue el centro de los reclamos ciudadanos en el estallido social de octubre de 2019, hecho que derivó en un acuerdo entre casi todos los sectores políticos para redactar un nuevo texto constitucional.

Entre los cambios principales, Chile pasaría de ser una “república democrática” a una “democracia paritaria”, asegurando que las mujeres ocupen al menos el 50% de todos los órganos del Estado.

También define al país como un Estado Plurinacional e Intercultural, con el reconocimiento de 11 pueblos, que tendrían sus respectivas autonomías regionales indígenas y sistemas jurídicos, con respeto a la Constitución.

El nuevo texto propone cambios en el Sistema Político, permitiendo al presidente ser reelegido por una vez, la eliminación del Senado que será reemplazado por una Cámara de las Regiones, que tendrá menos poder y la facultad de elaborar leyes acotadas a acuerdos regionales, mientas que la cámara baja pasaría a llamarse Congreso de Diputados y Diputadas y tendría mayor poder en la formación de leyes, lo que da cuenta de dos cámaras con poder asimétrico.

Con la nueva propuesta, Chile se define como un “Estado Social y Democrático de Derecho”, garantizando derechos sociales, como educación, salud, vivienda, trabajo y pensiones.

También propone cambios con respecto al aborto, ya que indica que el Estado debe asegurar las condiciones para un embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos, y para una interrupción voluntaria del embarazo.

Cualquiera sea el resultado de este domingo, el proceso constitucional seguirá su rumbo, ya que de aprobarse deberá implementarse con leyes que legisle el actual Congreso, que está dividido casi a la mitad entre fuerzas de derecha e izquierda, y en caso de rechazarse, los parlamentarios deberían buscar un nuevo camino constitucional.

El plebiscito se realiza desde las 8 hasta las 18, con más de 15 millones de personas habilitadas para sufragar, de las cuales hay casi 100.000 en el exterior.

A diferencia de otras elecciones, el voto es obligatorio, por lo que todo el padrón podrá volcarse a las urnas, lo que genera algo de incertidumbre en el resultado, ya que en Chile el sufragio es voluntario y solamente cerca del 50% asiste habitualmente a los centros de votación.

Ante una gran afluencia de personas, no se descarta que las mesas cierren después del horario programado.

En total son 38.472 mesas de votación en Chile y 286 en el extranjero, distribuidas en 2.914 centros de sufragio en el país y 116 fuera del territorio nacional (3.030 en total).

Los resultados, según declaró a los medios el presidente del Servel, Andrés Tagle, podrían demorarse un poco más de lo habitual, ante la mayor presencia de votantes que se espera, aunque cerca de las 20 estarían las primeras cifras parciales, mientras que las definitivos podrían estar cerca de la medianoche.

Un poco antes, alrededor de las 22, podría conocerse una tendencia importante.

 

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