Al menos 14 personas resultaron muertas y otras 67 heridas tras una explosión ocurrida hoy en un mercado en la ciudad de Davao, en el sureste de Filipinas, donde operan varios grupos extremistas, entre ellos una filial del Estado Islámico (EI).

La explosión, que se produjo sobre las 23 hora local del viernes (12 de Argentina), tuvo lugar cerca de uno de los hoteles más importantes de Davao, frecuentado por turistas y empresarios, aseguró la vocera de la Policía municipal, Catherine dela Rey, en declaraciones a la cadena CNN.

Las nuevas cifras de la Policía de Davao fueron transmitidas durante una reunión de los servicios de urgencia y fuerzas de seguridad con el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, según la emisora filipina ANC.

Además, el secretario de Comunicaciones del gobierno filipino, Martin Andanar, afirmó a los medios que la policía ha encontrado restos de explosivos en el lugar de la explosión, por lo que «parece que se trata de una bomba».

«Investigaciones iniciales apuntan a que se utilizó un mortero como artefacto explosivo improvisado, pero seguimos investigando así que no se descartan otras opciones», declaró Andanar.

Andanar también confirmó la presencia del presidente filipino Rodrigo Duterte en la ciudad de Davao, de la que fue gobernador y alcalde durante más de 20 años, cuando se produjo la explosión.

Asimismo, señaló que se plantean dos posibles autores de un posible atentado, el grupo islamista rebelde Abu Sayyaf, que recientemente declaró fidelidad al EI, o capos de la droga enfurecidos por la radical guerra contra los estupefacientes que está llevando a cabo el actual gobierno de Filipinas.

La Policía del Área Metropolitana de Manila también declaró el alerta máxima en la ciudad, donde aumentó la vigilancia en el aeropuerto, terminales de micros y centros comerciales, y se intensificaron los controles en las rutas.