Catar buscaba este viernes apoyos en el extranjero para evitar el aislamiento a nivel internacional, cinco días después de la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de Arabia Saudí y sus aliados.

Su ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Bin Abderrahman Al Thani, realizó este viernes una inesperada visita a Alemania antes de viajar el sábado a Moscú, donde se reunirá con su homólogo, Serguei Lavrov.

«Hay esfuerzos de parte de países amigos para limitar la crisis, levantar el injusto bloqueo que pesa sobre Catar y empezar las negociaciones», dijo Al Thani, sin entrar en más detalles.

A su lado, el jefe de la diplomacia alemana Sigmar Gabriel confirmó que estaban en curso conversaciones junto a Estados Unidos y a aliados regionales.

«Alemania va a hacer todo lo posible, con la comunidad internacional, para que el conflicto no se agrave más» dijo.

El último episodio de esta crisis sin precedentes en el Golfo fue la publicación, en la noche del jueves al viernes, de una lista por Arabia Saudí y sus aliados de «terroristas» apoyados –según ellos– por Doha.

Esta lista cita a 59 personas y a 12 entidades «vinculadas a Catar y al servicio de un sospechoso programa político de Catar» indicaron en un comunicado Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto.

La lista negra de Riad y sus aliados contiene al menos dos nombres considerados internacionalmente como respaldos financieros del terrorismo y contra los cuales –según el último informe del departamento de Estado norteamericano– Catar ya ha actuado.

Se trata de Sad Al Kabi y Abd Al Latif Al Kawari, mencionados entre las decenas de individuos y entidades señalados por Arabia Saudí y sus tres aliados.

Doha calificó este viernes de «sin fundamento» la lista en cuestión.

«Esta lista contiene nombres de personas que no tienen relación con Catar, donde ni residen ni siquiera nunca vinieron» dijo Al Thani en Alemania.

El jueves el ministro catarí había afirmado a la AFP que su país rechazaba cualquier injerencia en su política extranjera, y excluyó que la crisis degenere en conflicto armado.

– Preocupación de Estados Unidos –

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Riad y sus aliados rompieron relaciones diplomáticas con Catar el lunes pasado acusándolo de mantener vínculos con «organizaciones terroristas y grupos sectarios que buscan desestabilizar la región, entre ellos los Hermanos Musulmanes, Dáesh (acrónimo de Estado Islámico) y Al Qaida».

Esos países, que además recriminan a Catar su acercamiento a Irán, gran rival regional de Arabia Saudí, suspendieron el tráfico aéreo con el emirato y cerraron las fronteras terrestres y marítimas.

Al Thani aseguró que su país podía aguantar «eternamente» pese a estas restricciones impuestas por sus vecinos.

Esta crisis provoca inquietud en numerosos países extranjeros, entre ellos Estados Unidos, que tiene un inmensa base militar en Catar.

Tras haber apoyado inicialmente el aislamiento de Catar, el presidente estadounidense Donald Trump propuso «ayudar a ambas partes a resolver sus divergencias, incluso mediante un encuentro en la Casa Blanca si fuera necesario».

Responsables cataríes indicaron además este viernes que Al Thani había mantenido una conversación telefónica con el secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson.