El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú proclamó oficialmente este martes como presidente electo a Pedro Castillo, al confirmar el resultado favorable de la reñida segunda vuelta que disputó el 6 de junio pasado con Keiko Fujimori.

El candidato de Perú Libre, un docente y sindicalista de 51 años, se impuso por más de 44.200 de votos a la hija del ex presidente de derecha.

«¡Gracias pueblo peruano por este histórico triunfo! Ha llegado el momento de llamar a todos los sectores de la sociedad para construir unidos, en este Bicentenario, un Perú inclusivo, un Perú justo, un Perú Libre. Sin discriminación y por los derechos y todos y todas», expresó el flamante mandatario electo en su cuenta de la red social Twitter.

Castillo llegará acompañado por Dina Boluarte, quien ocupará el cargo de vicepresidenta.

Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), con el cien por ciento de de las actas procesadas, Pedro Castillo (Perú Libre) obtuvo el 50.126%, mientras que Keiko Fujimori (Fuerza Popular), el 49.874%, con una diferencia de 44.263 votos.

El dirigente izquierdista asumirá la presidencia el próximo 28 de julio, cuando suceda en el cargo al presidente interino Francisco Sagasti, quien accedió al Palacio de Gobierno tras una grave crisis institucional en noviembre pasado.

En las últimas horas, Fujimori anticipó que iba a reconocer el triunfo de su oponente, aunque advirtió que se trata de un resultado «ilegítimo».

«Anuncio que, cumpliendo mis compromisos asumidos con todos los peruanos, con Mario Vargas Llosa, con la comunidad internacional, voy a reconocer los resultados porque es lo que manda la ley y la Constitución que he jurado defender», expresó la dirigente en un comunicado.

No obstante, advirtió que «la verdad va a terminar de salir a la luz de todas maneras y vamos a trabajar todos juntos para que se restablezca la legitimidad de nuestro país».

«Lo que nos toca ahora es enfrentar unidos una nueva etapa que será muy difícil porque el comunismo no llega al poder para soltarlo, es por eso que quieren imponernos una nueva Constitución», expresó.

Por su parte, Castillo preparaba su futuro gabinete en medio de especulaciones que sobre todo preocupaban a sectores empresarios y financieros, ya que en su programa había mencionado un mayor grado de intervención estatal en la economía.

En ese plano, el presidente electo también anunció que iba a impulsar una reforma constitucional para acompañar ese viraje político hacia la izquierda en el país.