Dos presuntos autores del femicidio de Fátima, la niña de 7 años hallada muerta hace cinco días, fueron capturados anoche para alivio de las autoridades, que redoblaron la búsqueda de una solución de uno de los asesinatos más impactantes de los últimos años en Ciudad de México.

Mario Alberto «N» y Giovana «N», esta última la mujer que se llevó a la niña de su escuela el pasado 11 de febrero y una conocida de la familia que había vivido en la casa de Fátima, fueron detenidos en una población del central estado de México luego que la policía obtuvo las órdenes de captura en su contra.

La policía estatal y la Guardia Nacional desplegaron un operativo conjunto para la captura de los sospechosos, que serán trasladados en las próximas horas a una fiscalía especializada de la Ciudad de México, donde será revisado su estado de salud antes de ser presentados ante un juez de control que decidirá si los vincula a proceso, según la agencia de noticias DPA.

Ambos se enfrentan a una pena de cárcel de entre 80 y 140 años, según confirmó el vocero de la Fiscalía General de Ciudad de México, Ulises Lara, quien aclaró que los detenidos están acusados en principio del delito de «privación de la libertad con la finalidad de hacer daño».

Las identidades de los sospechosos fueron reveladas por las autoridades, que paso a paso fueron construyendo una línea de tiempo desde que la mujer de nombre Giovana se llevó a Fátima de su escuela.

La mujer fue la primera en ser identificada al haber sido grabada por las cámaras de seguridad de uno de los negocios aledaños de la escuela, que la mostraron cómo caminaba con la niña hasta que subió a un automóvil donde le perdieron el rastro.

Después de que se revelase un retrato robot de la sospechosa, se informó que aparentemente ésta había vivido en la propiedad de la familia de Fátima, que les alquilaba una habitación y que por eso a la niña no le era desconocida cuando la recogió en la escuela.

La mamá de Fátima, María Magdalena Antón, confirmó anoche que Giovana N era una conocida de la familia.

«Yo la conocí en la casa de un señor que se llama don Álvaro, conocido de hace muchos años, con su hermana Gaby, pero yo no creo que ella haya sido capaz de eso. Ella vivió aquí en la casa”, aseguró la mujer, según la prensa local y agregó: “Ella tiene dos niñas pequeñas y yo nunca vi que maltratara a sus hijas, dudo que ella sea quien le arrebató la vida a mi hija”.

Además, aseguró que no conoce al hombre detenido: «No sé por qué tomaría represalias en contra de mi hija”.

La familia de la menor presentó una denuncia por la desaparición al día siguiente, aunque hay una investigación para saber si fue atendida en tiempo y forma, porque la búsqueda de la niña se inició dos días más tarde.

La Fiscalía General de Ciudad de México investiga el caso de Fátima como un femicidio y mantienen abiertas indagatorias sobre la posible omisión de responsabilidad de funcionarios que pudieron haber incurrido en negligencia.

La conmoción de México se hizo visible cuando centenares de vecinos se agolparon frente a la humilde casa de la familia durante el velorio y, ante velas, cantaron y rezaron unidos mientras los sacerdotes que oficiaron el sermón hicieron llamados a Dios y al gobierno para que se instaure la paz en el país.