Unos 147,9 millones de brasileños votan este domingo intendentes y concejales en 5.569 municipios, en una elección en la que encuestas previas anticiparon que el partido del presidente Jair Bolsonaro podría ser derrotado por la derecha moderada y diversas izquierdas en algunas ciudades importantes, sobre todo en las dos más pobladas del país, San Pablo y Río de Janeiro.

Poco más de 147,9 millones de brasileños están habilitados para votar en la primera vuelta de las elecciones municipales de esta jornada, en la que se elegirán intendentes, viceintendentes y concejales de 5.569 municipios.

Habrá segunda vuelta el 29 de noviembre en 95 ciudades con más de 200 mil electores si el vencedor no supera el 50 por ciento de los votos.

Estas elecciones estaban previstas para octubre pero por la pandemia fueron postergadas para noviembre y ocurrirán en medio de alertas sobre una segunda ola de coronavirus: sólo podrán votar los electores que acudan con barbijo.

Votaron Lula y Bolsonaro

Tanto Bolsonaro como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), emitieron su voto en la mañana de este domingo.

Bolsonaro votó en una escuela de la zona oeste de Río de Janeiro, donde defiende la reelección del actual intendente, Marcelo Crivella, pastor evangélico de la Iglesia Universal, del partido Republicanos.

El mandatario brasileño no quiso hablar con la prensa luego de emitir su voto en la escuela Rosa da Fonseca, en el barrio Vila Militar. El excapitán ultraderechista usó barbijo, algo que se niega a hacer en su vida cotidiana.

El presidente también votó por su segundo hijo, Carlos Bolsonaro, quien busca la reelección en su banca de concejal por Río de Janeiro. El otro candidato que Bolsonaro apoyó fuertemente es el candidato a intendente de San Pablo, Celso Russomano, de Republicanos, quien comenzó liderando las encuestas y ahora cayó al cuarto lugar.

Por su parte, Lula afirmó que su fuerza se recuperará de la gran derrota sufrida en 2016, año de la destitución de la mandataria Dilma Rousseff. “Creo que de esta elección vamos a salir fortalecidos, con nuevas ciudades para gobernar, en un mensaje para los que apostaban en el fin del PT”, sostuvo.

El exmandatario, que votó en Sao Bernardo do Campo, Gran Sao Paulo, dijo que el presidente Jair Bolsonaro “lleva Brasil hacia la nada” y es “el mayor desastre político del país”.

Finalmente, el expresidente afirmó que para 2022 “todos tienen derecho a querer ser presidente” y citó a “nombres del PT” y a los dirigentes laboristas Ciro Gomes y comunista Flavio Dino, gobernador de Maranhao.

Las previsiones

La disputa principal se dará en la mayor ciudad sudamericana, San Pablo, donde el favorito es el actual intendente, Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), delfín del gobernador Joao Doria, precandidato presidencial en 2022 y exaliado de Bolsonaro.

En segundo lugar aparece Guilherme Boulos, líder del movimiento sin techo del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y en tercero, luego de haber partido como líder, el bolsonarista Celso Russomanno, y después Marcio França, del Partido Socialista Brasileño (PSB), candidato del exaspirante presidencial Ciro Gomes.

El Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva arriesga a sufrir su peor elección en San Pablo desde 1989, con menos de 8%, aunque según las proyecciones deberá pisar fuerte en ciudades medianas superando la debacle de las municipales de 2016, año en el que fue destituida la entonces mandataria Dilma Rousseff.

Según las encuestas, Covas y Boulos deberían pasar a una segunda vuelta, aunque no se descarta una victoria en primera vuelta del actual alcalde, nieto del exgobernador paulista Mario Covas.

En Río de Janeiro, segunda ciudad del país, la política tradicional dirá presente con el exalcalde Eduardo Paes, del derechista Demócratas, como favorito con 20 puntos de distancia del segundo, Marcelo Crivella, actual intendente del partido Republicanos, de la Iglesia Universal y candidato de la familia Bolsonaro.

En empate técnico con Crivella están la comisaria Martha Rocha, del Partido Democrático Laborista (PDT) de Ciro Gomes y la exgobernadora y dirigente del movimiento negro Benedita da Silva, del PT.

Se juega la reelección, también, Carlos Bolsonaro, hijo del presidente, como concejal en Río de Janeiro.

San Pablo concentra el mayor número de votantes, con 8,9 millones, y el colegio electoral más pequeño del país es la ciudad de Araguainha, en el estado de Mato Grosso con 1.001 votantes.

Otras ciudades que pueden tener impacto político relevante son Belo Horizonte, Salvador, Recife, Fortaleza y Porto Alegre.

En Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, podría ser reelecto con más del 65% de los votos el expresidente de Atlético Mineiro, Alexandre Kalil, del Partido Social Demócrata (PSD), una fuerza que forma parte de la base de todos los Gobiernos desde hace una década.

En Fortaleza, capital de Ceará, el capitán de la policía Wagner Sousa, bolsonarista que alentó un motín policial este año, puede ir a la segunda vuelta contra Pedro Sarto, candidato de Ciro Gomes, el nombre más poderoso del estado.

En tercer lugar aparece en las encuestas Luziane Lins, del PT.

En Recife, capital de Pernambuco, una familia tendrá dos candidatos enfrentados: son los primos Joao Campos del PSB, hijo del exgobernador Eduardo Campos, y Marilia Arraes, del PT, nieta del exgobernador Miguel Arraes, luchador contra la dictadura.

En tercer lugar se ubica Mendonça Filho, de Demócratas, exministro de Educación de Michel Temer.

En Porto Alegre, una coalición de izquierdas lidera con la comunista Manuela D’Ávila lo cual puede darle fuerza para 2022 al gobernador del Estado de Maranhao, Flávio Dino, único gobernante del Partido Comunista do Brasil.

Las elecciones no se realizarán en Macapá, capital del estado de Amapá, vecino con Guayana Francesa, a raíz de un caos social generado por un apagón tras la rotura de una subestación eléctrica que ya lleva más de diez días.