El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sepultó el programa militarista educativo que había sido iniciado por su antecesor, Jair Bolsonaro, al derogar la iniciativa de crear una red pública de escuelas cívico-militares administradas por las Fuerzas Armadas.

Lula canceló el programa militarista educativo que había sido iniciado por su antecesor. Eran 216 escuelas en Brasilia y en 23 estados, con una matrícula de 192.000 alumnos, entre ellos la hija menor del dirigente ultraderechista.

La medida que extingue el Programa Nacional de Escuelas Cívico-Militares fue tomada mediante una resolución del Ministerio de Educación y del Ministerio de Defensa y divulgada por la prensa local.

Según el documento enviado a los gobiernos de los estados, el proceso durará hasta fin de año y el eje será la desmovilización del personal militar de este programa, que fue la principal iniciativa educativa del Gobierno de Bolsonaro (2019-2022).

El Gobierno de Bolsonaro abrió 216 escuelas cívico-militares en Brasilia y en 23 estados a las que asisten 192.000 alumnos, entre ellos la hija menor del dirigente ultraderechista, Laura, de 13 años.

El rol de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Bolsonaro se encuentra bajo análisis sobre todo porque al menos tres militares están acusados por el complot para desconocer las elecciones de octubre pasado e incentivar la intentona de golpe perpetrada el 8 de enero pasado.

El exedecán de Bolsonaro, coronel Mauro Cid, está detenido y se le encontró en su teléfono celular documentos sobre cómo llevar adelante un golpe de Estado para desconocer las elecciones del año pasado.