El primer ministro británico, Boris Johnson, se reunirá este miércoles con líderes de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita para buscar alternativas a los suministros de petróleo rusos, pese a críticas de la oposición por la situación de los derechos humanos en la región.

Sin embargo, Johnson rechazó los cuestionamientos a su viaje al golfo Pérsico y dijo que era necesario construir una coalición de países para ayudar a Occidente a reducir su dependencia del gas que recibe del Gobierno del presidente ruso Vladimir Putin.

El líder británico se reunirá con el príncipe heredero Mohammed bin Zayed en los Emiratos Árabes Unidos antes de viajar a Arabia Saudita para reunirse con el príncipe heredero Mohammed bin Salman.

Dijo que en las reuniones discutirá la importancia de que los aliados trabajen juntos para aumentar la presión diplomática y económica sobre Putin y minimizar las consecuencias globales del conflicto.

Arabia Saudita, por ejemplo, es el tercer mayor proveedor de diésel del Reino Unido, pero el Reino también se comprometió a lograr cero emisiones netas para 2060 antes de la COP26 y está invirtiendo fuertemente en tecnología ecológica en el país y en el Reino Unido.

«El ataque brutal y no provocado que el presidente Putin ha desatado en Ucrania tendrá consecuencias de gran alcance para el mundo, mucho más allá de las fronteras de Europa», dijo el primer ministro antes de partir.

«El Reino Unido está creando una coalición internacional para hacer frente a la nueva realidad a la que nos enfrentamos. El mundo debe desprenderse de los hidrocarburos rusos y acabar con la dependencia de Putin del petróleo y el gas», agregó.

Explicó que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos son socios internacionales clave en ese esfuerzo y el Reino Unido trabajará con ellos para garantizar la seguridad regional, apoyar el esfuerzo de ayuda humanitaria y estabilizar los mercados energéticos mundiales a largo plazo.

Varios diputados pidieron al primer ministro que cancele su visita, mientras que el líder laborista Keir Starmer, dijo estar contra de la sustitución de una dependencia a largo plazo del petróleo ruso por una dependencia de los sauditas.

Acusó al Gobierno de un enfoque a corto plazo y «a la ligera» para abordar la crisis energética.

“Obviamente, hay una verdadera crisis energética en términos de costo en este momento, por lo que cualquier cosa que reduzca el costo ahora es un paso en la dirección correcta, sea lo que sea. Pero ir gorra en mano de dictador en dictador no es una estrategia energética”, expresó el líder laborista.

Este martes, Johnson instó a Occidente a que «recupere el control» de sus suministros de energía y ponga fin a la dependencia del petróleo y al gas ruso.

En una columna del diario Telegraph, el premier británico responsabilizó a Occidente de cometer un «terrible error» al permitir que Putin «se saliera con la suya» anexando la península ucraniana de Crimea en 2014 y volviéndose más dependiente de las fuentes de energía rusas.