El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio este martes su primer pronunciamiento desde el balotaje del domingo, en el que no reconoció la derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva, y aseguró que actuará “dentro de la Constitución”.

“Siempre fui rotulado de antidemocrático, pero siempre jugué en la cancha de la constitución. Jamás hable de controlar los medios de comunicación y las redes sociales”, manifestó el mandatario en un mensaje leído ante la prensa en el Palacio de la Alvorada en Brasilia. “Nuestros sueños siguen más vivos que nunca”, apuntó.

Tras la breve alocución de Bolsonaro, su ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, sostuvo que se iba a iniciar el mecanismo de transición de gobierno.

No obstante, Bolsonaro se refirió a “injusticias” en la elección en la que fue derrotado el domingo último por el líder del Partido de los Trabajadores por apenas 1,74 por ciento en la segunda vuelta.

Además, agradeció a los 58 millones de electores que votaron por él, dijo que había “atravesado todo el sistema” y elogió la representación “robusta” de la derecha en el Congreso.

Bolsonaro, que demoró más de una hora la conferencia, advirtió también que los bloqueos de las rutas de varias partes del país en protesta contra el triunfo de Lula, se motivan en “la indignación” que han provocado los comicios, y se mostró proclive porque el descontento se manifieste en forma de “manifestaciones pacíficas”.

En un mensaje que duró dos minutos y 33 segundos, el presidente fue aplaudido por los asistentes y fue cuestionado repetidamente por decenas de periodistas, pero dio la espalda y volvió al interior del palacio en silencio, según reflejó el sitio de Veja.

Martes post-electoral: rutas cortadas y actuación policial

El Tribunal Supremo de Brasil ordenó este martes a la Policía que despejara decenas de cierres de rutas instalados por los partidarios del presidente Jair Bolsonaro para protestar por su derrota en las elecciones.

La Policía Federal de Caminos (PRF) reportó que los camioneros estaban bloqueando las carreteras en 271 puntos, parcial o totalmente, como parte de las protestas que extendieron a 23 de los 26 estados de Brasil. En tanto, otros 192 bloqueos de rutas habían sido despejados.

El juez Alexandre de Moraes solicitó a la PRF que despejara los cierres, organizados principalmente por los camioneros, un núcleo que se benefició de la reducción de los costos del diésel con el gobierno de Bolsonaro.

Algunos camioneros publicaron videos en los que pedían un golpe militar para impedir que Lula, un izquierdista que fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010, asumiera el cargo.

A Moraes se le unieron rápidamente otros seis magistrados en una sesión virtual en las primeras horas del martes, que formaron una mayoría en el tribunal de 11 miembros para respaldar su decisión.

Las carreteras bloqueadas incluyen vías de referencia usadas para el transporte de cereales de los estados agrícolas hasta los puertos, así como una carretera importante que une las dos mayores ciuda de s del país, Río de Janeiro y Sao Paulo.

La principal vía de acceso al aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo, el más concurrido del país, también fue bloqueada.
Para disipar los cortes, los agentes utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos.