Pese a una seria crisis económica y a su escasa aprobación ciudadana, el presidente Jair Bolsonaro volvió a dar indicios de que buscará su reelección en 2022, durante un acto anoche en San Pablo en el que celebró los primeros 200 días de su gestión.

«El gran desafío es entregar en 2023 o en 2027 un Brasil mejor a nuestros sucesores y eso requiere el sacrificio de todos», declaró Bolsonaro, quien durante su campaña que lo llevó a vencer las elecciones presidenciales de 2018 defendía una reforma política en la que fuese abolida la reelección para dos mandatos consecutivos.

En la presentación de la gestión en los primeros 200 días de gobierno, el ministro-jefe de Presidencia, Onyx Lorenzoni, destacó la aprobación en primera votación en el Congreso de la reforma al sistema de pensiones y jubilaciones propuesta por Bolsonaro.

La misma fijó la edad mínima para las jubilaciones: 62 años para las mujeres y 65 años para los hombres, así como una contribución mínima de 20 años. Hasta entonces, no existía una edad mínima para acceder a la jubilación. De esta manera, las mujeres podían jubilarse con 30 años de cotización mientras que los hombres con 35. Así, la población brasileña se jubilaba con poco más de 50 años.

Igualmente, Lorenzoni resaltó la revocación de 907 decretos considerados como «obsoletos» y que permitirán «desburocratizar» la administración pública.

Durante el acto fue anunciado también el programa Future-se, que facilita la captación de recursos privados para las universidades e institutos de educación federales, citaron medios locales y la agencia de noticias EFE.

Bolsonaro, además, presentó el Sello Arte, que facilitará el comercio y producción de alimentos artesanales de origen animal, como quesos y jamones, entre otros.

De igual manera, el gobernante anunció la transferencia del Consejo Superior del Cine, que estaba en el Ministerio de Ciudadanía, que a su vez acogió la extinta cartera de Cultura, para el de Presidencia.

Posteriormente, en su programa semanal a través de las red social Facebook, el jefe de Estado volvió a referirse a la cuestionada postulación de uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, como posible embajador brasileño en Estados Unidos.

«Además de saber freír hamburguesas, él también entregó pizzas en Estados Unidos, pueden poner eso también», ironizó Bolsonaro, quien defiende las cualidades de su hijo para ocupar el cargo diplomático, por dominar el inglés y el español, haber vivido en Estados Unidos y presidir ahora la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.

Brasil, además de atravesar una coyuntura económica en caída, se encuentra inmerso en un escándalo institucional debido a la filtración de conversaciones privadas en las que el entonces juez -y actual ministro de Justicia brasileño- Sergio Moro, manifestaba que haría todo lo que esté a su alcance para frustrar las posibilidades de triunfo del PT en las últimas elecciones.

Cabe recordar que Moro es quién llevó a la cárcel al ex presidente y líder en todas las encuestas preelectorales, Luiz Inácio «Lula» da Silva.

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