Miles de manifestantes se congregaron hoy, por segundo domingo consecutivo, en las calles de Minsk para protestar contra el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, al que acusan de fraude electoral, mientras que Rusia volvió a respaldar al mandatario y acusó a fuerzas externas de querer “provocar un derramamiento de sangre”.

Los manifestantes se concentraron en la plaza de la Independencia de la capital al grito de «Uchodi!» («¡Largo de aquí!») y las fuerzas de seguridad, que avisaron que la manifestación no fue aprobada por el Gobierno, bloquearon de momento todos los accesos por metro, indicó la agencia de noticias Europa Press.

El Ministerio del Interior señaló que «el evento es ilegal» y que los participantes serán «responsabilizados» de lo que pueda ocurrir, mientras el jefe de la Policía bielorrusa, Ivan Kubrakov, instó a los participantes de que se dispersen de la plaza.

En sintonía, el ministro de Defensa, Viktor Jrenin, advirtió de que habrá intervención del Ejército si se producen ataques contra monumentos o instalaciones militares en el marco de las movilizaciones de la oposición.

Lukashenko obtuvo el 9 de agosto pasado un sexto mandato consecutivo tras alcanzar el 80 por ciento de los sufragios, contra el 10 por ciento que cosechó Svetlana Tijanovskaya, actualmente refugiada en Lituania, aunque la oposición denunció que hubo fraude en esos comicios.

Tijanovskaya declaró este domingo que tiene intención de regresar a su país y entablar un diálogo con el mandatario para solucionar la actual crisis política “una vez que libere a todos los presos políticos”, incluido su marido, un conocido bloguero arrestado en mayo acusado de incitar a la violencia.

Por su parte, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, denunció la existencia de fuerzas externas que intentan ocasionar un baño de sangre en Bielorrusia.

«Hay quienes quieren que la situación que es pacifica en Bielorrusia derive en violencia, buscan provocar un derramamiento de sangre y que se repita el escenario ucraniano», dijo el canciller citado por la agencia Sputnik.

«El pueblo bielorruso decidirá por sí mismo cómo salir de esta situación», destacó el ministro y llamó al inicio de un amplio diálogo nacional en Bielorrusia.