El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, criticó a las empresas energéticas de ese país por las subas en su precios y propuso aplicarles un impuesto en el caso de que no reinviertan sus ganancias extraordinarias en una mayor producción.

«La industria del petróleo no cumplió con su cometido de invertir en América y ayudar a los americanos», aseveró Biden en una conferencia de prensa realizada en la Casa Blanca, dónde agregó que si no bajan los precios, las firmas «pagarán un mayor impuesto en base a sus ganancias en exceso y enfrentarán otras restricciones».

Sostuvo que si las empresas del sector reinvirtieran sus ganancias Estados Unidos «estaría produciendo más petróleo hoy y los precios serían más bajos. Pero en lugar de incrementar sus inversiones en América, sus ganancias están volviendo a sus accionistas o las están insumiendo para recomprar las acciones para que el salario de los ejecutivos se dispare», criticó.

Sostuvo que las ganancias actuales responden directamente al conflicto entre Rusia y Ucrania y no porque «estén haciendo algo nuevo o innovador».

«Creo que tienen una responsabilidad de actuar en el interés de sus consumidores, de la comunidad, del país», subrayó.

Biden advirtió que, de no bajar los precios, las firmas «pagarán un mayor impuesto en base a sus ganancias en exceso y enfrentarán otras restricciones» y adelantó que su equipo «trabajará con el Congreso para ver que opciones están disponibles para nosotros», anticipó.

La idea de gravar a las empresas del sector ya tiene precedentes: Italia, España, Gran Bretaña y Grecia son algunos de los países que ya lo implementaron, mientras que existen propuestas en Francia, Alemania y en el parlamento de la Unión Europea.

La mayoría de estos países utilizan los ingresos del tributo para subsidiar el aumento de las tarifas eléctricas que impacta a los hogares.

Los críticos cuestionan que, especialmente en el caso de un país productor como Estados Unidos, un impuesto de este tipo desincentivaría las inversiones.

«Una vez más, el presidente está más preocupado por las elecciones de medio término que en avanzar en políticas energéticas que realmente traigan resultados», criticó Chet Thompson, presidente de la cámara que agrupa a las firmas petroleras y petroquímicas (AFPM, por sus siglas en inglés) a la agencia de noticias Bloomberg.

Del mismo modo, el CEO de Exxon, Darren Woods, argumentó que la industria está devolviendo parte de sus ganancias a la sociedad a través de los dividendos y que los impuestos a las ganancias extraordinarias «resuelven un problema político» en el corto plazo pero presentan «significantes consecuencias negativas a largo».

Mientras tanto, las firmas del sector presentan balances récord: Exxon, Shell, Chevron, TotalEnergies y BP, las cinco firmas petroleras más grandes de Occidente, recaudaron más de 60.000 millones de dólares en el segundo trimestre, 50 % más que el anterior récord histórico que marcaron en 2008.

En el tercer trimestre, pese a la caída del precio del petróleo, las majors del sector mantuvieron resultados similares.

Exxon tuvo las mayores ganancias en sus 152 años de historia y el triple que hace doce meses atrás. Shell, por su parte, registró el segundo mejor trimestre de su historia.

Mientras que las ganancias de Chevron fueron de 11,2 mil millones de dólares, ligeramente por debajo de los 12 mil millones de la misma moneda del anterior trimestre.

Por su parte, la británica BP recaudó 8,2 mil millones de dólares, más del doble que en el mismo trimestre del año pasado, y la saudita Aramco anunció este martes un aumento del 39 % interanual de sus ganancias al marcar 42,4 mil millones de la moneda estadounidense.