Ucrania descartó este martes la posibilidad de un ataque inminente por parte de Rusia, mientras sus aliados occidentales multiplicaban las gestiones diplomáticas y los aprestos militares para evitar una mayor escalada del conflicto en la zona del mar Negro, informó la prensa internacional.

Las declaraciones de dos altos funcionarios de Kiev sucedieron al anuncio de una reunión de diplomáticos ucranianos, rusos, franceses y alemanes para el miércoles en París y de una próxima conversación entre los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladimir Putin.

También se produjeron luego de que se conociera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conversaría esta noche con líderes europeos sobre la cuestión y de que Washington advirtiera que cree que Rusia no tiene la intención de bajarle tensión a la situación.

«Al día de hoy, nuestros servicios de inteligencia y los de nuestros socios indican que no hay ninguna acumulación de tropas rusas que evidencien un ataque inminente», afirmó el ministro de Defensa de Ucrania, Alexei Reznikov, a la televisora local ICTV.

«No vemos ningún motivo para afirmar hoy una ofensiva a gran escala contra nuestro país», sostuvo a su vez el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Alexei Danilov, en conferencia de prensa, según la agencia de noticias Sputnik.

Danilov admitió que Ucrania está recibiendo «aviones» que «ayudan» al país «con armas para la protección», pero aseguró que Kiev «no tiene intención de atacar a nadie».

Más temprano, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ratificó su apuesta a la diplomacia y la negociación, aunque advirtió que su gobierno está preparado «para todo».

«Estamos trabajando para una total desescalada de la situación y para avanzar hacia un acuerdo pacífico; estamos preparados para todo», dijo el mandatario luego de presidir una reunión del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa.

Zelenski sostuvo que, gracias al trabajo de la diplomacia y las fuerzas militares de Ucrania, así como de los socios del país, «todo está bajo control» y «no hay motivos para el alarmismo», según la agencia de noticias local Unian.

Mientras tanto, el gobierno francés anunció que en los próximos días albergará una reunión entre diplomáticos de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, y que Macron hablará con Putin, con el fin de moderar el conflicto.

Los funcionarios de Ucrania y Rusia se encontrarán este miércoles en París junto a representantes de Alemania y Francia, en el contexto del Cuarteto de Normandía que crearon en 2014 con el objeto de poner fin al conflicto entre los dos primeros, informó un asesor de Macron no identificado.

Además, «en los próximos días» Macron conversará con Putin para proponerle «una senda de desescalada», agregó la fuente, según la agencia AFP.

Paralelamente, Biden conversó esta noche durante cerca de una hora y media con líderes de la OTAN, la Unión Europea (UE) y varios países aliados.

Estaban citados Macron y los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el Consejo Europeo, Charles Michel, y Polonia, Andrzej Duda; el canciller de Alemania, Olaf Scholz; los primeros ministros del Reino Unido, Boris Johnson, e Italia, Mario Draghi, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Los participantes «coincidieron en que Rusia debe emprender iniciativas visibles de desescalada», afirmaron su apoyo «sin reserva» a la integridad territorial de Ucrania y advirtieron que Moscú sufrirá «graves consecuencias» si invade a su vecino, reportó la oficina de Scholz.

Asimismo, Macron destacó «la importancia de que la UE pueda tomar parte en la formulación de la respuesta a las iniciativas de Rusia presentadas en diciembre», según un comunicado del Palacio del Elíseo.

Por su lado, Biden dijo que fue una «muy, muy, muy buena reunión» y subrayó que existe «unanimidad total con los líderes europeos», sin más detalles.

En ese contexto, el vocero del Departamento de Defensa, John Kirby, advirtió más temprano que para Washington «está muy claro» que el gobierno ruso «no tiene actualmente la intención de una desescalada» en el conflicto con Ucrania.

Kirby informó en rueda de prensa que «el número de efectivos que el ministro (de Defensa, Lloyd Austin) puso en alerta elevada asciende a 8.500», aunque aclaró que «no se tomó ninguna decisión sobre un despliegue de fuerzas fuera de Estados Unidos por el momento».

El portavoz explicó que el nivel de alerta ayuda a preparar a las tropas para que estén listas para salir del país en cinco días en vez del plazo habitual de 10.

Esas tropas intervendrían en apoyo de la fuerza de reacción rápida de la OTAN, que cuenta con 40.000 efectivos, pero que aún «no se ha activado» porque «es la OTAN la que debe hacerlo», según Kirby.

«No los desplegamos ahora, no estamos diciendo que la diplomacia esté muerta», insistió el vocero del Pentágono.

Este lunes, Washington recomendó la salida de Ucrania de los familiares de sus diplomáticos, en una decisión que fue imitada por el Reino Unido y Australia pero que, al mismo tiempo, sorprendió a sus aliados europeos.

En tanto, la OTAN recordó que en los últimos días movilizó recursos militares, incluidos aviones de combate y fragatas, para reforzar su presencia en el este de Europa y saludó la disposición de varios de sus socios a desplegar tropas en una eventual misión.

«Doy la bienvenida a la contribución adicional de fuerzas de la OTAN», dijo Stoltenberg en un comunicado y agregó que el bloque «continuará tomando las medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados, incluyendo el refuerzo del flanco oriental de la alianza».

Además de Estados Unidos, varios de los miembros de la alianza reportaron la voluntad de enviar recursos si fuera necesario.

Entre otros, España y Dinamarca comprometieron cada uno una fragata y varios aviones de combate; los Países Bajos, dos aviones caza, y Francia, tropas, según la agencia Europa Press.

A la vez, el consejo de cancilleres de la Unión Europea (UE), reunido hoy en Bruselas, envió un «fuerte mensaje de apoyo» a Kiev, condenó «las continuas acciones agresivas y amenazas» de Rusia a Ucrania y exhortó a Moscú a «disminuir la tensión», según la agencia ANSA.

«Nuestro esfuerzo colectivo continuará, aunque la retórica rusa no presagia nada bueno», señaló el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.

La guerra en el este de Ucrania, que dejó más de 13.000 muertos, se originó en 2014, a partir de un estallido prooccidental en Kiev y la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Moscú.