Algunos republicanos libertarios y muchos demócratas estaban en contra de renovar la ley por seis años, porque consideran que viola la privacidad de miles de individuos sin una causa concreta o válida.

«Ningún estadounidense debería perder su derecho a la privacidad», sentenció ante los medios el senador republicano Rand Paul, de Kentucky, a modo de advertencia del debate que comenzará en la cámara alta en los próximos días.

En la Cámara de Representantes, sin embargo, el proyecto de ley fue aprobado por 265 votos a favor y 164 en contra.

Al principio el presidente Donald Trump se había mostrado en contra de la ley FISA porque, sostuvo, podría haber sido utilizada durante la campaña electoral de 2016 para espiar a su equipo.
El mandatario dijo esto luego de que sus propios asesores y su circulo más íntimo reconocieron que tuvieron reuniones secretas con funcionarios y personas vinculadas al gobierno ruso.

Sin embargo, luego afirmó que la ley se refiere a «tipos malos extranjeros en territorio extranjero» y concluyó: «La necesitamos».

La ley original es de 1978, pero recién ganó la atención del público estadounidense cuando unos años después de los atentados de Al Qaeda contra las Torres Gemelas y el Pentágono, en 2001, cuando la prensa reveló su uso indiscriminado, las laxas autorizaciones de las cortes especiales y la dimensión que alcanzó el programa, inclusive sobre miles de ciudadanos estadounidenses.