El ciberactivista australiano Julian Assange confirmó hoy a un tribunal británico que se opondrá legalmente a ser entregado a Estados Unidos para ser juzgado por las filtraciones de su portal WikiLeaks, al inicio de un proceso de extradición que según el juez durará «muchos meses».
Durante una audiencia para saber si daba su consentimiento al pedido de extradición, el ciberactivista dijo que no deseaba ser entregado «por haber hecho un periodismo que ha ganado muchos premios y ha protegido a muchas personas».
Assange compareció por videoconferencia ante la Corte de Magistrados de Westminster desde una prisión de Londres donde cumple 50 semanas de cárcel por violar su libertad condicional en el Reino Unido en 2012 para refugiarse en la embajada de Ecuador, según una sentencia conocida ayer.
«La batalla comienza realmente hoy», declaró el actual director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, que calificó la sentencia como «un escándalo» y aseguró que el experto informático está muy afectado por la perspectiva de casi un año de encarcelamiento, tras los 2.488 días confinado en la embajada ecuatoriana en Londres.
«La extradición está basada en una ofensa menor que puede ser castigada con cinco años de cárcel», advirtió en declaraciones a la cadena estadounidense CNN.
«Básicamente, lo consideramos como una estrategia para poder presentar luego más cargos contra él. Todo parece indicar que podría ser acusado de violar la Ley de Espionaje de 1970, que prevé incluso la pena de muerte».
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a Assange de conspirar con la ex soldado estadounidense Chelsea Manning para hackear una computadora del Pentágono, un delito que contempla una pena máxima de cinco años de prisión.
Sin embargo, WikiLeaks teme que se le sumen más cargos una vez que llegue a Estados Unidos, y que tenga que pasar décadas en prisión.
En la audiencia, el juez del caso dijo que el proceso de extradición tomará «muchos meses» y fijó una nueva comparecencia para el 30 de mayo, informó la cadena BBC.
El juez Michael Snow agregó que otra audiencia más sustancial será celebrada el 12 de junio.
Varias decenas de partidarios del activista australiano se congregaron frente a la corte antes de la audiencia con carteles que decían «Liberen a Assange» y «No a la extradición».
Assange, de 47 años, fue detenido el mes pasado por la policía británica dentro de la embajada ecuatoriana luego de que un deterioro de su relación con el nuevo gobierno de Ecuador derivara en la revocación de su asilo.
Al momento de refugiarse en la embajada, enfrentaba acusaciones de delitos sexuales en Suecia que desde entonces han prescrito.
Para refugiarse en la embajada escapó de la casa de un amigo en la que estaba bajo arresto domiciliario bajo fianza y luego no compareció ante un juez que quiso interrogarlo por este delito, por lo que ayer fue condenado a 50 meses de prisión.
La defensa de Assange aún no reveló su estrategia, pero ésta probablemente se fundamente en que la petición de extradición obedece a «motivaciones políticas», por cuanto no tendrá un juicio imparcial en Estados Unidos.
La salud de Assange, tras sus cinco años de confinamiento en la embajada ecuatoriana, podría ser también un factor clave.
WikiLeaks saltó a la fama mundial en 2010 al publicar cientos de miles documentos secretos del Pentágono sobre las guerras de Afganistán e Irak y cientos de miles de cables diplomáticos de embajadas estadounidenses alrededor del mundo.