El balance de muertos por el deslizamiento de tierra y el alud de lodo del 3 de julio en la estación balnearia japonesa de Atami subió a 15, informó hoy una autoridad local, mientras continúan las tareas de búsqueda para hallar a 14 residentes aún desaparecidos.

«Otras dos personas fueron confirmadas muertas durante el fin de semana y el número de víctimas se eleva ahora a 15», declaró a la agencia AFP un vocero de la gestión local de catástrofes, Yuta Hara. «Catorce personas continúan desaparecidas», agregó.

El desprendimiento de tierra sucedió el 3 de julio tras días de intensas lluvias en la zona de Atami, una ciudad termal erigida en la ladera de una montaña a un centenar de kilómetros al suroeste de Tokio.

Decenas de inmuebles quedaron destruidos o dañados por la avalancha de barro que se precipitó en diferentes oleadas y se llevó postes de tendido eléctrico y vehículos a la vez que arrancó edificios de sus cimientos.

Gran parte de Japón se encontraba en plena temporada de lluvias, que suele provocar inundaciones y aludes.