Una destacada activista opositora bielorrusa quedó detenida este viernes en la frontera con Ucrania tras resistir órdenes de las autoridades de abandonar el país, en un intento por descabezar el movimiento de protestas iniciado a principios de agosto contra la reelección del presidente Alexandr Lukashenko, que la oposición considera «fraudulenta».

Maria Kolesénikova, miembro del Consejo de Coordinación creado por la oposición para facilitar las conversaciones con Lukashenko sobre una transición de poder, fue arrestada este lunes en la capital, Minsk, junto con otros dos miembros del consejo, según había denunciado su entorno.

Durante las primeras horas de este martes, los activistas fueron llevados a la frontera con Ucrania, donde las autoridades les dijeron que debían cruzarla, pero Kolesnikova se negó y quedó detenida en el lugar, informaron medios locales.

Los otros dos miembros del consejo, Ivan Kravtsov y Anton Rodnenkov, cruzaron a Ucrania, agregaron los medios.

Algunos medios afirmaron que Kolésnikova rompió su pasaporte para evitar ser obligada a mudarse a Ucrania, informó la BBC.

El portavoz del Comité de la Guardia Fronteriza de Bielorrusia, Anton Bychkovsky, confirmó que la activista se encuentra bajo la custodia de las autoridades bielorrusas, pero no proporcionó detalles de lo que sucedió en la frontera.

Bielorrusia aplicó tácticas similares con otras figuras de la oposición, buscando poner fin a un mes de manifestaciones contra la reelección de Lukashenko en una votación que los manifestantes consideran manipulada.

Lukashenko de 66 años, gobierna el país desde hace 26 años y reprime implacablemente la disidencia, rechaza las críticas de Estados Unidos y la Unión Europea, que dijeron que las elecciones del 9 de agosto no fueron ni libres ni justas y se niega ante sus demandas de entablar un diálogo con la oposición.

Sviatlana Tsikhanouskaya, el principal rival de Lukashenko en las elecciones, donde obtuvo un 10% según los cómputos oficiales, debió partir hacia Lituania un día después de las elecciones bajo la presión de las autoridades.

Este martes, durante una intervención en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Tsikhanuskaya pidió sanciones internacionales contra Lukashenko y otros funcionarios del gobierno.

«Necesitamos presión internacional sobre este régimen, sobre este individuo, que se aferra desesperadamente al poder», dijo Tsikhanouskaya, quien subrayó que Lukashenko no tiene ninguna legitimidad.

Después de una feroz represión contra los manifestantes en los primeros días después de la votación que avivó la indignación internacional y aumentó las filas de manifestantes, las autoridades de Bielorrusia optaron por las amenazas y arrestos selectivos para neutralizar las movilizaciones.

Los esfuerzos para hacer que los activistas de la oposición abandonen el país se producen en medio de una investigación criminal contra miembros del Consejo de Coordinación, a quienes acusan de socavar la seguridad del país.