Mientras el precio de los alimentos se dispara en las góndolas mundiales y avanzan los índices de inflación y la precarización laboral, cada vez son más los trabajadores que buscan una salida colectiva a esta crisis y recurren a medidas de fuerzas para defender sus salarios y derechos laborales.

En el Reino Unido, los trabajadores ferroviarios llevaron adelante un paro por tres días (martes, jueves y sábado) para reclamar por mejoras salariales y hacer frente a la inflación, que alcanza niveles récord en el país.

Como respuesta a esta medida de fuerza, que movilizó a unos 50.000 trabajadores ferroviarios, el Ejecutivo británico anunció su intención de cambiar la ley para permitir sustituir a los empleados que participen del paro con otros temporales y reducir lo que considera el impacto “desproporcionado” de las huelgas.

Frente al aumento del costo de la vida, también se convocaron huelgas entre el personal de tierra de la aerolínea British Airways en el aeropuerto londinense de Heathrow y grupos de abogados. Además, podrían movilizarse los profesores, los trabajadores de correos y el personal sanitario.

En Bélgica, los tres principales sindicatos del país -Federación General del Trabajo de Bélgica, Confederación de Sindicatos Cristianos y la Confederación General de Sindicatos Liberales de Bélgica- convocaron a un paro que afectó la prestación de servicios del transporte, administración, bomberos, recolección de basura, radio, televisión, enseñanza y compañías aéreas.

Se estima que entre 70.000 y 80.000 manifestantes marcharon por las calles de Bruselas (ciudad capital de Bélgica) al grito de: “¡Bloqueen los precios, no los salarios!”.

Los trabajadores salieron a la calle tras la fuerte caída que padeció su poder adquisitivo: con una inflación interanual del 8%, los salarios sólo aumentaron -dependiendo el sector- entre un 0,4% y un 2%.

El 9 de junio, unos 90.000 trabajadores aeroportuarios de Francia, representantes de unas 800 empresas, realizaron un paro histórico en reclamo de un aumento de 300 euros sobre el salario base, a causa de la fuerte inflación que registra el país.

En tanto, personal aeronavegante y de tierra de la empresa Ryanair -la mayor aerolínea de bajo costo de Europa- realizan paros en Francia, Bélgica, España, Portugal e Italia.

Las primeras jornadas de protestas convocadas en España por Unión Sindical Obrera (USO) y el Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (SITCPLA) se desarrollaron entre el sábado 25 y este domingo 26 de junio.

En Francia, el sindicato SNPNC convocó a huelga durante el 25 y el 26 de junio. En Italia, UILTRASPORTI y FILT-CGIL anunciaron medidas de fuerza para el 25 de junio. Por otra parte, los pilotos con base en Bélgica confirmaron un paro de actividades durante el 24 y el 26 de junio. En total, unos 2.700 trabajadores cesarán las actividades por períodos de 24 horas.

Cruzando el charco, en los últimos meses Estados Unidos fue escenario de importantes movilizaciones que crearon sindicatos en empresas como Apple, Starbucks y Amazon. En tanto, trabajadores de salud y educación también avanzan en la creación de gremios.