Un documental en el programa Frontal21, espacio de actualidad en el segundo canal televisivo de Alemania (ZDF), plantea el tema de las nuevas armas nucleares tácticas que se van a instalar en Alemania. Esta es la primera vez que una transmisión en horario estelar se refiere al peligro que representa para Europa la política de rearme nuclear de Estados Unidos. La transmisión ya provocó una declaración oficial del Kremlin.

Frontal21 hizo sonar la alarma: en un documento oficial del Pentágono se informa que la aeronave Tornado alemana en la base aérea de Buchel empezará a «integrarse» con las nuevas bombas nucleares guiadas B61, las que van a reemplazar a las viejas B61 que todavía están ahí, pero éstas representan una capacidad nueva para armas nucleares tácticas.

En paralelo con ese documental, Angela Merkel se vio confrontada en una conferencia de prensa con el tema de la transmisión, con dos preguntas: ¿apoya el gobierno el rearme nuclear aquí en Alemania?

Merkel: «Vamos a hablar con Estados Unidos sobre esto. Quizá el Ministerio de la Defensa ya inició esto, no lo sé. Yo me informaré personalmente y en el momento apropiado les informaremos», respondió la canciller.

ZDF también le preguntó a Merkel por qué había roto el acuerdo de la coalición de gobierno de 2009, cuando el CDU y el FDP acordaron forzar el retiro de las armas nucleares de EU de la base de Buchel.

Merkel: «Mi posición en el acuerdo de coalición del 2009 siempre ha sido que debemos considerar las consecuencias. Tenemos que ver que si las armas nucleares se estacionan en otros lugares y no hay ninguna en Alemania, entonces uno se preguntaría: ¿Sirve esto mejor a la seguridad y el equilibrio?».

La respuesta de Merkel esconde el hecho, revelado por Frontal21, que ella traicionó a sus socios en la coalición. En noviembre del 2009, se reunió con los asesores de seguridad del embajador estadounidense en la embajada de EU. Después de la reunión, se envió un despacho a Washington: Merkel no quiere que se retiren las armas nucleares. «El acuerdo sobre el retiro de las armas nucleares le fue impuesto al despacho de la Cancillería por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores Westerwelle. No tiene sentido el retiro unilateral de 20 armas nucleares tácticas», contestó Merkel.

Otro foco del documental televisivo fue la llamada «compartición nuclear», una política de la OTAN con la cual se van a equipar los Tornados alemanes volados por pilotos alemanes con las bombas B61 y se les va a ordenar participar en un ataque.

El ex subsecretario de Defensa de Alemania Occidental, Willi Wimmer, recordó su participación en el último ejercicio Wintex-Cimex antes de que cayera el Muro de Berlín, y en cierto punto se suponía que él iba a presionar el botón que enviaría bombarderos nucleares a destruir Dresden y Postdam, entonces en Alemania Oriental. Lo consultó con el canciller y se negó a hacerlo, rompiendo así el ejercicio.

Hoy, bajo la Compartición Nuclear, se les podría pedir a los pilotos alemanes que arrojen las nuevas bombas B61.

Citan a un activista pacifista que vive cerca de la base Buchel, en donde están estacionadas las viejas bombas y van a estar estacionadas las nuevas bombas, quien dijo: «Uno podía suponer que las viejas bombas B61 nunca se iban a arrojar porque servían como disuasión. Pero las nuevas armas, según se tiene planeado, están construidas de forma tal que se puedan usar. Y para mí, esto vuelve mucho mayor el peligro de una guerra nuclear».

Frontal21 describe con exactitud las B61 como armas nuevas. Por lo tanto esta es una violación al Tratado de No-Proliferación, y en ese contexto entrevistaron a la vocera del Ministerio del Exterior de Rusia, Maria Zakharova, quien dijo: «Nos preocupa que países que no poseen armas nucleares, se entrenen en el uso de dichas armas, y este es el marco de la práctica de la OTAN, la llamada Compartición Nuclear. Esta es una violación a los Artículos 1 y 2 del Tratado de No-Proliferación».

Hoy, el Kremlin dio a conocer una respuesta: Sputnik cita al vocero Dmitry Peskov quien dijo: «Este es aún otro paso más y, desafortunadamente, un paso muy serio hacia antagonizar las tensiones en el continente europeo. Desafortunadamente, si estos planes se vuelven realidad, tomando en consideración la decisión del Bundestag (de Alemania) y demás, uno podría decir que se dirigen firmemente hacia su establecimiento. Por supuesto, esto podría llevar a una desequilibrio estratégico en Europa y, por lo tanto, naturalmente esto llevaría a Rusia a tomar las medidas y contramedidas adecuadas para restablecer la paridad, porque, naturalmente, esto no es un paso hacia mejorar la estabilidad, mejorar la confianza y darle seguridad a Europa», le dijo Peskov a los periodistas.

«Estos son pasos que obligan a la Federación Rusa a que tome medidas para garantizar su seguridad nacional», agregó Peskov.