En Alemania, se dio un paso muy importante para garantizar el abandono del uso del glifosato. Desde el Ministerio de Medio Ambiente, manifestaron la aplicación de un plan en el que, a través de una reforma en la normativa vigente, los agricultores de aquel país que lo utilicen deberán garantizar que un área libre de pesticidas entre el cultivo con herbicida aplicado y el medio que lo rodea.

El objetivo del gobierno, encabezado por Ángela Merkel, es proteger la fauna y la flora y que los agricultores dejen de utilizar en forma progresiva el glifosato y otros agroquímicos, con el fin de garantizar una superficie mínima descontaminada.

Fue la autoridad federal encargada de la aprobación del uso de los productos con impacto negativo para la biodiversidad quien ha emitido una reserva de aplicación del herbicida.

De igual manera, indicaron que esta normativa no servirá únicamente para la aplicación del glifosato, “sino para todos los pesticidas de los que se ha demostrado que perjudican la biodiversidad”.

Svenja Schulze, ministra federal de Medio Ambiente, declaró en un comunicado que la coalición que preside la canciller Angela Merkel “acordó poner fin al empleo del glifosato. El camino más fácil, una prohibición de la sustancia activa a nivel de la UE, está bloqueado hasta finales de 2022”. Hace un año se renovó durante cinco la licencia del glifosato, con el respaldo de 18 países, entre ellos Alemania, cuya posición resultó clave para esa prórroga.

El entonces ministro de Agricultura alemán, Christian Schmidt, votó por cuenta propia a favor de la prórroga de la licencia del glifosato, lo que le valió una reprimenda de Merkel. “Ahora tenemos que utilizar todos los instrumentos disponibles a nivel nacional para (favorecer) un abandono del glifosato”, explicó Schulze.

El glifosato es un de los herbicida más utilizado en la actualidad tanto en agricultura como en jardinería. La OMS lo calificó como “probablemente cancerígeno” y esto ha dado lugar, entre otras acciones, a una iniciativa ciudadana a nivel europeo que, con más de un millón de firmas recogidas, ha solicitando a las autoridades competentes su prohibición.

Pero, además de sus posibles efectos nocivos para la salud humana, el glifosato también es polémico porqué un estudio publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS) apunta que puede estar perjudicando también a las abejas.

La capacidad del glifosato para matar las hierbas perjudiciales para los cultivos fue descubierta en 1970 por John E. Franz, de la multinacional Monsanto. Esta empresa lo ha explotado durante más de 20 años y lo comercializa con el nombre de RoundUp (ahora pertenece a la alemana Bayer). El uso de este producto fue considerado inocuo para las personas y los animales silvestres hasta los años 1990, cuando empezaron a aparecer estudios sobre efectos perjudiciales.