El paso de la tormenta Ofelia por Irlanda provocó al menos tres muertos en accidentes relacionados con los fuertes vientos y dejó a cerca de 360.000 personas sin suministro eléctrico, además de paralizar los servicios públicos en el país europeo, informaron autoridades y medios locales.

Un hombre de poco más de 30 años falleció en un accidente con una motosierra en el condado sureño de County Typperary, cuando intentaba retirar un árbol caído, informó la policía.

Las otras dos víctimas mortales, una mujer en Waterford -en el sureste de Irlanda- y un hombre en Dundalk -en el noreste-, murieron en siniestros de circulación, luego de que sus vehículos fuesen golpeados por árboles arrancados por las fuertes rachas de viento, que llegaron a alcanzar hasta 156 kilómetros por hora en la costa irlandesa, reportó la agencia de noticias EFE.

El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, pidió a la población no salir de sus casas hasta que la tormenta se retire.

«Es una tormenta muy peligrosa. La última vez que hubo una tan fuerte perdieron la vida 11 personas», alertó Varadkar, quien convocó una reunión de crisis ante la alerta roja nacional por Ofelia, según reprodujo la agencia de noticias DPA.

Ofelia es el décimo huracán formado en el Atlántico durante esta temporada.

Tras alcanzar a mediados de la semana pasada su máximo nivel de fuerza al suroeste de las Azores, desde entonces se mueve en dirección noreste hacia regiones más frías donde ha perdido vigor y pasó a la categoría de tormenta.

Sin embargo, el servicio nacional de Meteorología irlandés advirtió ayer que los efectos de Ofelia podrían ser tan devastadores como los que causó en 1961 el huracán Debbie, que dejó 18 muertos en Irlanda.

Cerca de 360.000 hogares y negocios están sin luz en el país tras el paso de la tormenta, que ha arrancado árboles y postes eléctricos tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte, la región británica ubicada en norte de la isla.

Las escuelas y las oficinas públicas permanecieron cerradas en Irlanda, mientras que se aplazaron juicios y citas médicas no urgentes.

Asimismo, cerca de 130 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto de Dublín por razones atmosféricas, así como fueron suspendidas muchas conexiones por ferry.

En Irlanda del Norte tampoco abrieron hoy las escuelas, y el servicio meteorológico británico advirtió que el viento podría arrastrar objetos.

Los servicios de emergencia irlandeses pidieron a los ciudadanos que extremen la precaución en carreteras y en zonas costeras, especialmente cerca de acantilados, mientras que el Ejército permanece en alerta para actuar en caso de que fuera necesario.