Al menos 14 personas murieron hoy y 145 resultaron heridas, por la explosión de un coche bomba talibán cerca de la entrada de una estación de policía en el oeste de Kabul, la capital de Afganistán.

El ministerio del Interior informó que la explosión, que dejó una enorme columna de humo sobre la ciudad, tuvo por objetivo la sede del distrito 6 de Policía, informó la agencia de noticias EFE.

El portavoz del ministerio de Salud, Wahidullah Mayar, dijo que la mayoría de las víctimas trasladadas al hospital son civiles, incluidas mujeres y niños.

Los talibanes, que reivindicaron el ataque, habían amenazado ayer con sembrar de violencia todo el proceso electoral para las elecciones generales previstas para el 28 de septiembre, con el fin de impedir su celebración.

El grupo fundamentalista considera que las elecciones están manipuladas por las potencias extranjeras, mientras continúan las conversaciones de paz en Doha.

«Para prevenir víctimas entre nuestros compatriotas, Dios lo evite, éstos deberán permanecer lejos de reuniones y mítines que podrían ser potenciales objetivos», advirtieron en un comunicado los talibanes.

Los insurgentes remarcaron que harán los «máximos esfuerzos» para evitar la celebración de este «ardid» de los «extranjeros», que financian y administran el proceso electoral.

La violencia está aumentando en Afganistán y en Kabul a medida que Estados Unidos y los talibanes negocian un acuerdo de paz antes de las elecciones.