Al menos 12 personas murieron, entre ellas un niño y dos atacantes, y otras 41 resultaron heridas hoy en Kabul en tres atentados con bomba, dos de ellos dirigidos contra un autobús con empleados del gobierno, mientras que el objetivo del tercer ataque aún no está claro.

«Los atentados causaron al menos 10 muertos, entre ellos un niño, y 41 heridos», informó en su cuenta de Twitter el portavoz del Ministerio de Salud Pública, Wahidullah Mayar, a lo que hay que sumar la muerte de los dos atacantes suicidas que se inmolaron, según el último balance.

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La primera explosión, ocurrida hacia las 8.10 hora local (3.40 GMT), la perpetró un suicida que se inmoló contra un autobús que transportaba a empleados del Ministerio de Minas y Petróleo que se dirigían a sus puestos de trabajo en la capital, afirmó el portavoz de la Policía de Kabul, Firdaws Faramarz.

El atacante suicida iba en motocicleta y poco después de la primera explosión se produjo una segunda en el mismo lugar, refirió el Ministerio de Interior en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.

Una tercer atentado con un vehículo cargado de explosivos se produjo en otro punto de la ciudad, una zona de fábricas y viviendas, por lo que no está claro el objetivo, indicó el Ministerio.

El gobierno culpó en varios comunicados a los talibanes del triple atentado, pero los insurgentes se desvincularon de los dos primeros y, sobre el tercero, aseguraron que estuvo dirigido contra un tren de las tropas extranjeras desplegadas en el país.

La misión de la OTAN en Afganistán negó que sus tropas estuvieran afectadas en los atentados, expresó un portavoz de la misión internacional, que pidió el anonimato.

El triple atentado se produce en medio de la visita a Kabul del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas norteamericanas, el general Joseph Dunford, y del enviado especial de Estados Unidos para la reconciliación de Afganistán, Zalmay Khalilzad.

Tras su visita a Kabul, el enviado especial estadounidense se trasladará a Doha, donde iniciará la octava ronda de negociaciones con los talibanes, centradas hasta ahora en la retirada de las tropas internacionales, la principal demanda de los insurgentes.

Ambas partes buscan una salida a casi dos décadas de conflicto armado en la nación asiática, aunque hasta ahora los talibanes se han negado a sentarse en la misma mesa con el gobierno afgano.