Un estudio realizado por un profesor de oncología británico y un científico noruego promete provocar una gran conmoción mundial dado que en el mismo afirman que el Covid-19 fue creado a partir de una manipulación de laboratorio en China.

Así, Angus Dalgleish y Birger Sorensen denunciaron que “el virus no tiene un ancestro natural creíble” y que “existen pruebas de la retroingeniería en China desde hace un año pero que fueron ignoradas por los académicos y las principales revistas especializadas.

Según publicó el periódico británico Daily Mail, el caso se perfila como el escándalo y homicidio masivo más grande en la historia moderna.

En el centro se encuentra el Instituto de Virología de Wuhan, uno de los principales laboratorios de investigación de virus de China, que generó una gran cantidad de información genética sobre los coronavirus después del brote de SARS en 2003.

“La teoría oficial de cómo comenzó COVID-19, saltando de un murciélago a un humano en un mercado húmedo de animales vivos en Wuhan, siempre pareció una coincidencia extraña y conveniente, para China, dado que a solo unos kilómetros del mercado se encuentra el enorme Laboratorio WIV dirigido por científicos que realizan pruebas constantes sobre coronavirus”, indica el diario.

Por ello, China ve erosionada su credibilidad debido a que sobre el principio de la pandemia decidió informar sin la transparencia necesaria al respecto de la propagación del virus, del número de infecciones, la negación a que la transmisión se podía hacer de persona a persona y la continuidad de los viajes internacionales.

El Daily Mail agrega que “desde entonces, los funcionarios chinos han seguido difundiendo desinformación en un esfuerzo desesperado por evitar la culpa, incluso sugiriendo que Covid-19 podría haber comenzado en una miríada de otros países desde Italia e India hasta los Estados Unidos, o llegado a China a través de alimentos congelados”.

Si todo esto se prueba, China se convertiría en culpable directo de la ruinosa pandemia, mientras que recobraría autoridad el ex presidente norteamericano Donald Trump cuando llamaba al Covid-19 “virus de China”.

Mientras, el  virólogo estadounidense Anthony Fauci quedaría desautorizado debido a que sostenía que las mutaciones del coronavirus que desembocaron en el Covid-19 son “totalmente consistentes con un salto de una especie de un animal a un humano en lugar de una fuga de laboratorio».

Sumado a ello, una inmensa cantidad de correos electrónicos de Fauci, lo ponen bajo sospecha de su participación y la de su país en los trabajos de laboratorio. Vale aclarar que esos correos repetían con insistencia la teoría de las fugas de laboratorio.