El Gobierno islamita talibán prohibió que hombres y mujeres acudan juntos a los lugares de ocio de Afganistán y estableció una política de discriminación que reserva ciertos días de la semana a cada grupo. Además, cerraron colegios para mujeres.

“Los domingos, lunes y martes, las mujeres pueden visitar los parques de diversiones, siempre que usen hiyab (velo que cubre la cabeza), y los hombres tienen prohibido asistir en esos días”, anunció el Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio.

Los hombres solo podrán asistir a esos sitios de miércoles a sábado, según el comunicado.

La resolución también precisó que áreas turísticas de la provincia de Kabul, como Paghman, Shakardara y Estalif, estarán abiertas a las mujeres, pero para asistir deberán usar nuevamente el hiyab completo “y evitar mezclarse con extraños y extranjeros”.

Además, esta semana el gobierno talibán decidió prorrogar el cierre de las escuelas para alumnas mayores de sexto año.

Esta medida se anunció pocas horas después de que las adolescentes afganas volvieran a los colegios, tras pasar siete meses lejos de las instituciones educativas.

Sin embargo, los dirigentes islamistas volvieron a mandarlas a casa en un repentino giro de política que provocó confusión y generó el rechazo de dos agencias de la ONU.

Cuando los talibanes tomaron el poder en agosto, las escuelas estaban cerradas por la pandemia de coronavirus, pero dos meses después, al reabrir, solo los chicos y las chicas de educación primaria pudieron retomar las clases.

Los talibanes aseguraban que necesitaban tiempo para garantizar que las chicas de entre 12 y 19 años estuvieran bien separadas de los chicos y que los centros funcionaran según los principios islámicos.

En siete meses de Gobierno, los talibanes impusieron numerosas restricciones a las mujeres, que fueron excluidas de empleos públicos, controladas en su forma de vestir o impedidas de viajar solas fuera de su ciudad.