El Departamento de Igualdad en el Empleo y la Vivienda (DFEH) de California acusó a la empresa de autos eléctricos Tesla de segregación racial contra trabajadores negros en una de sus fábricas, según informó en un comunicado.

El organismo «encontró evidencia de que la fábrica de Tesla en Fremont es un lugar de trabajo segregado racialmente, donde los trabajadores negros enfrentan insultos racistas y discriminación en la asignación de tareas, disciplina, salarios y promociones», dijo Kevin Kish, director del organismo, informó hoy la agencia de noticias AFP.

Kish señaló que el DFEH había recibido cientos de quejas de los trabajadores de la planta conforme eran regularmente objeto de bromas racistas por compañeros y directivos.

Antes de publicarse este miércoles la acusación, Tesla emitió un comunicado el martes asegurando que «se opone a todo tipo de discriminación y acoso» y que está comprometido a ofrecer «un espacio de trabajo seguro, respetuoso, justo e inclusivo».

Pero extractos de la acusación, publicada por la agencia y presentada ante un tribunal de California durante la noche de este miércoles, ofrecen una imagen muy distinta.

El organismo explicó que trabajadores no negros mencionaban regularmente a las zonas donde estaban destinados muchos empleados afroestadounidenses con referencias históricas racistas, como «la plantación».

También se mofaban de ellos con «insultos racistas» y los provocaban con «confrontación física y verbal» que los acababa llevando a sanciones disciplinarias, señaló la denuncia.

Además, los trabajadores no negros solían recibir trato preferencial en la fábrica: se les asignaban las tareas más fáciles y eran tratados con más indulgencia en los procedimientos disciplinarios comparado con sus compañeros afro.

Los detalles de la denuncia del DFEH contra la planta de Tesla en Fremont son impactantes por la presuntamente extendida cultura del abuso racial.

Un trabajador «escuchó insultos racistas hasta 50-100 veces en un día», señaló el organismo.

Además, algunos empleados con tatuajes de la bandera confederada solían mostrarlos para intimidar a los compañeros negros, dijo.

Otro trabajador «observó (la leyenda) ‘hang N []’ (colgar N) escrito junto a un dibujo de una soga» en un baño de la fábrica.

Los grafiti incluían esvásticas, «KKK» (en referencia al grupo supremacista blanco Ku Klux Klan) y «regresa a África».

«El estrés causado por el acoso racial severo y generalizado, el riesgo de un altercado físico y una escalada con los acosadores, la discriminación flagrante, la disciplina desproporcionadamente severa y la inutilidad de las quejas, hicieron que las condiciones de trabajo fueran tan intolerables que renunciaron», afirmó la denuncia.

La compañía propiedad de Elon Musk ha sido objeto de varias demandas por discriminación en esta fábrica de California en los últimos meses.

En octubre de 2021, un jurado de California dictaminó que Tesla debía pagar a un exempleado negro 137 millones de dólares en daños por no actuar frente al racismo que padeció en la planta de Fremont.

Estados Unidos tiene una historia de racismo, esclavitud e injusticia racial, y en los últimos años se produjeron masivas protestas para confrontar ese legado tras varios casos de abuso y asesinato de afroestadounidenses a manos de la policía.

Las denuncias de discriminación sistémica en los lugares de trabajo de Estados Unidos se hicieron más comunes después de que las protestas de Black Lives Matter (Las vidas negras importan) alcanzaron su clímax en 2020 tras el asesinato por ahorcamiento de George Floyd a manos de un policía blanco el 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota.