El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue acusado de ser responsable, junto a otros funcionarios de su Gobierno por la muerte de 45 personas durante una fiesta religiosa en 2021, conocida como la tragedia de Meron.

La comisión de investigación del Estado israelí especificó después de dos años y medio de investigación que el presidente del Congreso (Knéset), Amir Ohana, quien se desempeñó como ministro de Seguridad Pública en aquel momento, el jefe de policía Kobi Shabtai, y otros funcionarios tuvieron la responsabilidad personal del desastre más mortal en tiempos de paz de Israel, según publicó The Times of the Israel.

De la investigación también se extrajo que Netanyahu no sería sancionado debido a su posición, a pesar de que señaló que el primer ministro sabía de lo peligroso que era el lugar, pese a que durante años diferentes organismos oficiales alarmaron sobre ello.

“Hay una base razonable para concluir que Netanyahu sabía que el sitio de la tumba de Rashbiad fue tratado incorrectamente durante años, y que era probable que fuera un peligro para las masas que visitan el sitio, especialmente en Lag BingOmer,”, dijo el comité, refiriéndose a la tumba del rabino Shimon Bar Yochai donde ocurrió el desastre.

El trabajo de la comisión encabezada por la ex jueza Dvora Berliner, añadió: “Incluso si, en nombre de la precaución, asumimos que Netanyahu no tenía un conocimiento concreto del asunto, debería haberlo sabido después de que el tema fuera llevado a su oficina muchas veces”.

El informe dijo que el primer ministro fue en última instancia responsable de las necesidades del sitio — de forma proactiva o a través de los mecanismos del Estado — y dijo que las lecciones no se habían aprendido de las investigaciones sobre el incendio forestal de Carmel en 2010 que cobró 44 vidas.

“Netanyahu no actuó como se esperaba de un primer ministro para corregir este estado de cosas (en Meron), a pesar del hecho de que el tema fue el foco de informes serios del contralor estatal, e involucró a varios ministerios y fue llevado a la mesa del Gobierno en varias ocasiones a lo largo de los años”, añadió el comité de investigación.

En cuanto a Ohana, quien se desempeñó como ministro de seguridad pública en el momento del desastre, el informe dijo que se le debería prohibir servir como ministro de seguridad nacional (la nueva iteración del cargo) en el futuro.

Ohana había dicho en 2021, que si bien era responsable de Meron, eso no significaba que tuviera la culpa de lo que había sucedido.

El informe de 320 páginas también señaló con el dedo al jefe de policía Shabtai, y dijo que en circunstancias normales el comité recomendaría que fuera despedido. Sin embargo, debido a la guerra en curso contra Hamas, recomendó que el Gobierno determinara la fecha correcta para que terminara su mandato.

En respuesta, la policía emitió un comunicado diciendo que Shabtai respetaba los hallazgos de la investigación. Al señalar que, a principios de año, el Gobierno le pidió que se quedara en su papel debido a la guerra, la declaración decía que Shabtai dejaría su posición cada vez que el Gobierno determine el momento adecuado.

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